Capítulo 6.

Narra Marcela. 

Vi a Fanny sonreír con alguien que se encontraba detrás de mí. 

<<joder tal parece que dejé la puerta abierta >> pensé antes de girarme. 

Impresionada no puedo creer lo que ven mis ojos. 

—¡por Dios! — balbuceé para mí misma, tratando de que no escucharan mi jadeo de impresión. 

Y es que con semejante hombre así delante no solo podría jadear, sino que puedo hacer otras cosas más. 

Empecé a sudar como una cría primeriza, ni cuando vi al estúpido de mi exesposo por primera vez me puse tan nerviosa como ahora y juraría que si no me encontrara casi desnuda estaría ahogándome del calor. 

—uff, me estoy asfixiando ¿ustedes no sienten este calor? — le pregunto a mi amiga y a su acompañante para disimular mis nervios. 

—sientes calor — me dice Fanny después de señalarme el cuerpo de arriba abajo con su dedo índice al mismo tiempo que me decía —estás desnuda — tras terminar me jalo por el brazo llevándome a la cocina, pero antes de entrar veo como Daniel sujeta al recién llegado por los hombros. 

—dime que pasa, porque no creo que de verdad sientas celos de mí— le reclamó un poco incómoda por su manera de sacarme a jalones de la sala. 

—sabes que confío en ti, solo quiero que hagas silencio — la actitud y palabras de mi amiga me parecen un tanto extrañas. 

—acaso estás loca — bromeó y sin más me crucé de brazos recostando mi cuerpo de la encimera y con el gesto de mi cara le digo que hable. 

— no seas tan lanzada que impresión vas a dar de las mujeres brasileñas— me amonestó queriendo sonar fuerte, pero sentí que aquellas palabras fueron dichas con el propósito de ocultar algo más. 

Le seguí el juego y con unas carcajadas sarcásticas le digo— no solo le daré a entender más bien le voy a confirmar que somos muy sexis, calientes y sobre todo jocosas y divertidas— todo eso se lo hice saber con el pretexto de molestarla. Ya que mi amiga nunca ha tenido secretos conmigo y por lo visto hoy he notado lo equivocada que estaba al creer que nunca haría eso. 

Ella empezó a negar con la cabeza —sé qué haces eso con el fin de esconder tu dolor detrás de una sonrisa o de una palabra graciosa, pero sabes que te conozco muy bien marce—me cambió el tema. 

—no Fanny, ya no siento dolor por lo tanto no lo estoy ocultando, pero que tal tú, porque no me dices eso tan importante que no quieres que yo sepa— le pedí directamente como siempre y sin rodeos. 

—venga ya, ve a cambiarte y luego hablamos— volvió a evadirme. Así que opté por seguir haciéndome la desentendida. 

—ese hombre tuyo es una tentación andante—bromeó con ella moviendo las cejas de manera graciosa antes de agregar — te lo cambio por un yuppie ¿qué dices? — ella volvió a reír. 

Me acerque más a ella y le jale de la blusa—anda no seas malita di que sí, me lo prestara luz— tras terminar de molestarla besé su mejilla. 

—te extrañé mi marce— me expreso con cariño. 

—yo también a ti señora, secretos — le respondo de la misma manera, pero sin evitar decirle lo que pienso.  Ella empieza a reír más fuerte por como la acabo de nombrar. 

— Marcela siempre te inventas unas cosas— me dice sin poder parar de reírse, me hace seña que me espere a que se calme y cuando por fin para de reír me dice — compórtate por favor y espérame aquí que ya vuelvo— salió sin más dejándome sola en la cocina. Aprovecho para ir al cuarto de lavado, ya que la habitación se encuentra al otro lado y para llegar tendría que pasar por el lado de esos dos hombres que causan calor así estemos en el polo norte. 

Resopló al notar que aquí solo tengo tirado un polo viejo que dejé hace algunos días. 

—al menos me tapará algo — hablé tratando de convencerme a mí misma, algo loco, pero ya de tanto hacerlo se me volvió costumbre. 

—Marcela estás ahí— me llama mi amiga desde la cocina. 

—no estoy de excursión— le respondí con sarcasmo. 

—ay chistosa, ya ven que te quiero presentar al amigo de mi marido— me propone después que me quiso tener alejada de él. 

Voy a su lado y salimos juntas, me comporté con una gran sonrisa. 

—hola, mucho gusto, Marcela de santo para servirle a usted también a Dios y a mi madre que si me viera aquí de coqueta me entraría a azotes por descarada— los nervios me traicionaron y lo que se suponía que debió de ser un saludo simple lo convertí en una confección. 

<<bravo, Marcela >> me reprochó mentalmente. 

Él no me responde el saludo, vi como apretó sus puños muy fuertes, sus labios se le pusieron blancos. Me dejó con la mano extendida ya algo apenada y con vergüenza por el feo gesto de su parte y en el momento que iba a bajar mi mano él rápidamente la tomó entre la suya dándome un fuerte apretón haciendo que ese calor que sentí hace apenas minutos regresará recorriendo todo mi cuerpo, la verdad es que era algo extraño en mí, ya que nunca me había sentido así.

Sentiría oprobio, si alguien se enterase de que este hombre me hace sentir excitación con tan solo tocar mi mano y peor me puse cuando siento sus labios besar mis mejillas. 

—créelo mi Marcela el placer será todo mío ¡ya verás! — escuchar su voz me estremeció y esas palabras que sonaron a promesa me hizo dejar de respirar, olvide como hacerlo. Y aunque el machote este no habla bien el español, su voz igual me parece hermosa. 

 <<Dios me oriné, si fue eso porque si no, no lo podré explicar ante los presentes sobre lo que estaba pasando >>pensé. 

Solté su mano lo más rápido que pude, di un paso atrás y lo miré directo a los ojos. 

Narra Fabricio.  

*Vamos a tomarla es nuestra, nos pertenece* gruñe Faver desesperado y lo entiendo, pues pensamos que nunca la encontraríamos y ahora que se encuentra aquí delante de nosotros; es difícil mantener la calma, pero no me queda de otra que controlarlo como lo ha pedido mi alfa. También muero por comérmela de todas las maneras posibles, pero entiendo que no debo asustarla y Faver también entendió después de mi explicación y se controla, pero esa lengua afilada no ayuda mucho con su manera de mirarme y es que si mira así a todos los hombres estaré perdido, ya que su lenguaje corporal denota sexualidad, ella crea una conexión emocional que te seduce. He visto esos tipos de miradas en muchas mujeres que pretenden seducirme, pero en ella eso parece natural y la verdad que de cierta manera me desagrada; no que lo haga conmigo, sino que otros podrán disfrutar esa jodida sensación que debe ser solo mía. 

*Es descarada y eso me prende* ronronea Faver. 

No le prestó atención a mi lobo porque si me llevo de él hace varios minutos estuviera con ella empotrada en la pared, arrancado esos pedazos de telas que lleva puesto.

Como he dicho no soy muy bueno hablando el español, pero lo entiendo a la perfección y escucharla hablar de manera tan coqueta. Y oler su excitación me hace perder la razón. 

° joder ella no ayuda ° le digo a Daniel rompiendo la regla al usar la conexión mental. Sin esperar su respuesta caminé con la intención de reclamarla como mía, pero Daniel me detiene sujetando mis hombros. Y en ese mismo momento le hace saber a mi luna por la conexión mental entre ellos que debe llevarse a su amiga al menos hasta que yo me calme. 

Mientras la lleva a jalones por el brazo empiezo a mover la cabeza para los lados negando. 

Mi alfa me gruñe exigiendo sumisión antes de decirme —tranquilo amigo sé que es difícil, pero será peor si la asustas y ella te rechaza por lo que somos— me advirtió él tratando de calmarme. 

—has visto que estoy luchando conmigo y con mi lobo — le explico algo agobiado y es que nuestro instinto no hace ser así. 

— ella es así abierta y espontánea, eso me lo explico mi Fanny en una de las tantas veces que me ha hablado de su mejor amiga y además tú debes de pensar primero en cómo resolver tu situación con Bianca— me explica él recordando el gran problema que había olvidado "mi matrimonio con Bianca" 

Solo me queda obedecer mientras él me dice todo lo que sabe acerca de ella incluyendo su divorcio que apenas está volviendo a ser ella nuevamente, así que me aconseja que tengo que ser paciente y que supo que ella es mi mate desde que me sintió parado en la puerta, pues pudo oler mis celos. 

—disculpé mi alfa— le dije con vergüenza, ya que no podía sentir celos de mi mejor amigo y peor aún de mi alfa. 

—eso es normal Fabricio, hombre mejor ven aquí te quiero felicitar, al fin ya vas a descansar del fastidio que tienes como esposa— bromeó emocionado antes de darme un abrazo. 

—si eso es cierto — concuerdo con él porque Bianca me saca de quicio. 

— quien iba a decir eh, tu pareja y la mía son mejores amigas justamente como nosotros —mientras habla no para de sonreír — ya sé porque mi luna es tan loca, si fue que tuvo la mejor maestra — no paraba de reírse, tal parece que mi pequeña pícara le ha dado muy buena impresión a mi alfa. 

—Daniel puede que sea nuestra luna la maestra — comente gracioso y los dos empezamos a reírnos botando la tensión. 

—por lo visto ya te has calmado— me dice mi luna— eso es bueno ahora quiero que me escuches con atención— su expresión cambió de un momento a otro mostrándose amenazante— primero debes enamorarla como un simple humano lo haría— hizo silencio y pude oler su tristeza antes de decirme— por qué aunque la veas sonreír y bromear de todo, mi amiga está rota ese pedazo de b****a la destrozó y no quiero que nadie— me señaló con enfado —óyeme bien nadie, la vuelva a lastimar, ni siquiera tu Fabricio— me termina de decir con los ojos aguados y es la primera vez en cinco años que veo a mi luna proteger a alguien de esa manera. Y eso me hizo desear encontrar a ese hombre que ha lastimado a Marcela para darle una lección.

—Fanny te prometo que a mi lado ella no volverá a sufrir — le hable no como el beta que le debe respeto y rendición a su luna, sino como el hombre enamorado que está dispuesto a darlo todo por amor. 

— bueno eso espero porque si no te castrare — volvió a tomar la postura jocosa de antes. 

—no te preocupes amigo, además mírale el lado bueno a todo esto es que te será más fácil enamorarla y más porque ella aceptó el vínculo sin notarlo. No fue como mi luna que se resistió desde el principio — me consoló mi alfa y Fanny lo miró antes de empezar a sonreír junto a él. 

—Hice un buen trabajo no crees—responde ella y volvió a decir de manera pícara y coqueta —muy bueno de hecho— la miró de vuelta, ella levanta una ceja esperando mi respuesta y yo asiento encantado. 

Mi luna se va y al minuto salen las dos. 

—se vistió, menos mal porque no sé qué hubiera hecho la bestia que llevo dentro— balbuceó hablando con Daniel quien me escucha a la perfección 

*NO ME DIGAS BESTIA* me gruñe Faver. 

Empiezo a reír justo por la conexión que tengo con mi lobo antes de decirle *calma bestia ya vendrá nuestro momento* pero al escucharla presentarse así tan natural sin presunción, sin querer dar una buena imagen.

 —hola, mucho gusto, Marcela de santo para servirle a usted también a Dios y a mi madre que si me viera aquí de coqueta me entraría a azotes por descarada— solo eso fue suficiente para sentirme impotente terminó de hablar con su brazo extendido. Sentí algo de tristeza mezclada con vergüenza en ella, así que sin más tomé su mano a la vez que besé sus mejillas y por la diosa luna esto es real, su olor me está enloqueciendo. Pude oler su excitación, eso me gustó mucho más cuando vi sus mejillas tan acaloradas tornándose rojo intenso, me soltó y dio un paso atrás. 

<<eres y serás mía Marcela>> volvía a decir en mi pensamiento. 

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