Capítulo 4

La noche paso lenta y yo no podía dejar de pensar en Ryder, en su sonrisa pícara y su mirada intimidante, ¿que ocultara detrás de esa mirada? ¿Habrá sufrido como yo? Una muerte de seres queridos que nos dejaban marcados para toda la vida.

—mamá... Papá —susurre apenas.

Baje temerosa de las escaleras y sus ojos estaban cerrados, sus cuerpos cubiertos de sangre y yo no podía articular ninguna palabra.

Estaban muertos, mis padres estaban muertos.

—papá levántate, prometiste que estarías aquí conmigo siempre —sollozo con voz quebrada.

La alarma sonó y en respuesta la tire al otro lado de la habitación, no tenía ánimos para salir y hacer lo que sea que se haga en este lugar. 

—Eiren tenemos que irnos —bostezo Ivy a mi lado.

—no quiero —chille aferrandome a mi almohada. 

No había dormido lo suficiente y eso me ponía de muy mal humor. 

—lose, pero tenemos que levantarnos —dijo tomando mi mano. 

Abri los ojos con pereza y asentí de mala gana. 

Ivy entró al baño así que urgue nuestra ropa lo cual consistía en camisetas blanca que se adaptaban a nuestro cuerpo de manera suave, pantalones de algodón y tenis blancos. 

—interesante guardarropa —murmure. 

Minutos después entre al baño y me duche dejando mis ideas a un lado, tenía que dominar mis poderes y así buscar a los culpables de la muerte de mis padres, los haría pagar por todo el daño que habían causado. 

Salí del baño y me vestí con agilidad, la ventaja es que ya no tardaría dos horas decidiendo que vestir, me miré en el espejo y arregle mi cabello al igual que mi cara, pequeñas ojeras se notaban bajo mis ojos así que puse maquillaje para disimular un poco. Salimos de la habitación y nos encontramos a Wilson en el camino. 

—escuché que ya tuvieron su primera pelea —comentó Wilson con una sonrisa.

—no fue nada —respondió Ivy.

—¡¿no fue nada?! Eiren enfrentaste a uno de los chicos más fuerte de este campo de entrenamiento —exclamó el sorprendido. 

Parpadee asimilando sus palabras sin poder dar crédito, imaginaba que Ryder fuera bueno pero no de los mejores. 

—no lo sabía —murmure sorprendida.

—lo imagine, Ryder fueron de las primeras personas reclutadas en este lugar —dijo el encogiendose de hombros.

—aburrido —comentó Ivy en tono dramático.

—tambien escuché de tu pelea, nada mal chica nueva —respondió Wilson con una sonrisa.

—te lo agradezco —Ivy sonrió de manera coqueta y yo reí ante su gesto. 

Ivy platicaba plácidamente con Wilson así que me separe de ellos para darles más privacidad, camine por todos los pasillos del campo y me encontré con una gran piscina, habían pocas personas nadando así que me senté en una de las sillas que estaban en aquel lugar y me relaje un poco. 

—¿descansando? —pregunto Ryder. 

Di un respingo asustada y me gire para verlo, dio unos pasos hacia mi y se sentó a mi lado. 

—eso parece —respondí.

—este no es un lugar para ti —dijo Ryder fijando su vista en la mía.

—¿perdona? —pregunte ofendida. 

¿Acaso no cree que sea lo suficientemente buena para estar aquí? 

—pareces alguien muy inocente y... Pura —murmuró el con satisfacción. 

Sus ojos marrones se convirtieron en un color aún más oscuro y se inclino lentamente para quedar cara a cara, su aliento choco con el mio y yo apreté mis manos nerviosa. 

—no me conoces —susurre débilmente.

—se más de lo que crees —Ryder acomodo un mechón de mi cabello y paso sus dedos por mis labios, acariciando nuestro tacto. 

Mi respiración se torno agitada y mi corazón amenazaba con salir de mi pecho, Ryder tenía una mirada llena de lujuria y peligro lo cual me hacía querer saber más, mucho más. 

—cuídate tus espaldas —susurro en mi oído causando un escalofrío.

Se marchó dejándome confundida y con la respiración entre cortada. 

Me dirige a mí primera clase y me senté en los últimos asientos. 

—bienvenidos, soy la maestra Carol y yo les enseñaré todo sobre la evolución humana —la maestra Carol se veía joven, de quizás 33 años, su cabello color castaño se veía muy bien arreglado, sus ojos eran de un curioso color avellana y su piel era morena. 

Nos llevó a un laboratorio bastante espacioso y en él habían un sin fin de frascos con etiquetas en el. 

—nosotros somos una evolución perfecta, entre más nos reproducimos más fuerte es nuestra descendencia, con los años seremos aún más fuertes, veloces, inteligentes y peligrosos. Pero también podríamos cortar ese tiempo —comenta Carol con una sonrisa. 

Todos la miramos confundidos y ella continúa. 

—se han tomado muestras de nuestro patrón genético y hemos comprobado que podemos mutarlo aún más, ser prácticamente inmortales —hay una sonrisa de satisfacción en el rostro de Carol, debe ser un orgullo para ella decirnos aquellas palabras. 

La maestra sigue dando su clase a lo que yo me limito a escuchar lo más interesante, resulta que también hay una inyección que te hace "morir" por el tiempo que los científicos quieran, lo utilizan para alguna investigación lo cual no me parece correcto. 

La clase termino horas después y yo salí de aquel lugar con dolor de cabeza, me dirigí ala cafetería y ahí estaba Ivy esperándome con mi almuerzo. 

—¿donde te habías metido? —pregunta ella con los brazos cruzados.

—estaba en clase —respondí con una mueca.

—me dejaste sola con Wilson —dice indignada.

—¿y que esperabas? Estabas coqueteando con el, respeto la privacidad amiga —dije con una ceja levantada. 

Ivy se sonrojo en respuesta y golpeó mi hombro segundos después.

—me comentó algo sobre Ryder —dice ella cambiando su semblante.

—enserio, ¿qué cosa? —respondí tratando de ocultar mi nerviosismo.

—dicen que el es un experimento de este campo de entretenimiento —dijo Ivy seriamente. 

Abri mis ojos como platos y negué con la cabeza. 

Por eso no podía ver sus recuerdos... Se los han arrebatado.

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