James
—Avisaré para que nos esperen una hora para que te arregles.
Le doy un beso, y sonrío sin lograr soltarla. Un beso en su frente y doy un paso atrás. Ya nos veremos abajo para sellar nuestras vidas al fin. Admiro su vientre y niego, incapaz de creer que tendré otro hijo con ella y que esta vez no estará sola pasando por este proceso. Estaré aquí para protegerlos a los cuatro.
Toma mi mano y se inclina un poco sobre mí para detenerme. Y lo logra con un puntaje perfecto cuando sus pechos quedan en mi cara.
—Quiero pedirte algo.
—Lo que quieras —aseguro, mirando ahora sus ojos—. Hasta una isla, si es tu deseo.