Zack emprendió su negocio mucho antes de lo que él mismo había planeado. Richard Branagan casi le pedía ser socio, y por otro lado, los Ellington le ofrecían mejores cargos y mayores compensaciones.
Zack tuvo que elegir.
Sin dejar las puertas cerradas en Ellington & Company, se asoció con los Branagan, y el trabajo duro empezó. Aunque Amelia propuso renunciar a su trabajo para ayudarlos a tiempo completo, Zack se opuso rotundamente. Necesitaba su ayuda, sí, pero la apuesta era alta, y él no quería que ella arriesgara tanto.
—Necesitamos a alguien que esté bien anclado cuando arrecien las tormentas —le dijo, y Amelia aceptó sus términos, de modo que siguió trabajando para Branagan Enterprise.
Sin embargo, estuvo con ellos cuando al fin pudieron abrir una pequeña oficina, cuando fueron a la oficina de registros para darle no