Ella se lamentó un momento por sus deseos de saber más sobre él, y seguir esas conversaciones profundas y correspondidas, donde detrás de cada respuesta o comentario había un análisis que como él había dicho era «igual al momento posterior a mover una pieza en el ajedrez». Le había hecho ignorar la soledad que los dos sentían, pero con él fuera, había vuelto a hacer estragos.
-Volverá. -Le dijo Juan José, y María Victoria se cuestionó si en esa casa todos podían diagnosticar sentimientos o pensamientos con la mirada.
-¿A dónde fue?
-A Buena Vista, a correr quebrada abajo saltando de piedra en piedra, o por la montaña por caminos improvisados. Él dice que no hay otra forma de sentirse más libre. Y luego irá a seguir con nuestro oficio, está planeando algo grande, donde ni a mí me