Capítulo siete

El cuerpo de muchos estaban demasiado agotados, varios eran llevados nuevamente al encierro por el desgaste extremo de su físico, de los 121 que habían, en menos de dos semanas ya solo quedaban 70, el resto había muerto o se encontraba enfermó por tan mala calidad de vida que les daban.

Idally procuraba que Daniel no se enfermará, aún si eso le costaba a ella misma su propia vida, el cansancio se asomaba en todos, la desnutrición era evidente, se notaba en sus cuerpos, los huesos de la mayoría se asomaban a través de su ropa sucia, se veían las ojeras que tenían y el cuerpo cubierto por moretones, cicatrices y heridas infectadas por no ser atendidas.

los guardias no tenían compasión con ninguno, nadie era la excepción, a todos les iba por igual, ya fuera adulto, adolescente incluso niño, todos recibían el mismo castigo sin importar su edad.

Los lobos de todos comenzaban a desaparecer, incluso perdían la comunicación con ellos por la falta de alimentación y espacio que necesitaba todo animal.

No había palabras para describir totalmente las torturas que recibían, mucho menos para decir lo más horrible que en aquel lugar sucedía, niños llorando, pidiendo piedad, anhelando tener un bocado de alimento en su boca, gritando por el dolor en su piel al sentir las cuerdas sobre su cuerpo, mujeres implorando que dejaran libres a sus niños, mujeres gritando en cuartos al ser violadas.

En ese lugar había eso y mucho más

Narra Idally:

Todos estábamos mal, incluyéndome a mí, mujeres lastimadas, niños muriendo en brazos de sus madres, de todo había, mujeres siendo violadas, y yo no había sido la excepción, ya no era pura, pero de eso solo yo era consciente.

Los mire a todos y cada uno, entre ellos estaba Uriel, todos estaban cansados incluyéndome a mí, nos estaban matando de hambre, estábamos desapareciendo poco a poco.

Uriel se acercó a mí y al pequeño en mis brazos entonces susurro—Aquí moriremos verdad

Negue con la cabeza y le sonreí por primera vez—saldremos de aquí.

Tenía la esperanza de salir viva, juntó al niño que abrazaba.

Esperemos eso—respondió triste—Sabes.. Ya no puedo hablar con mi lobo ¿Cómo esta tú loba?

entonces la recordé, Néme estaba bien, a pesar del desgaste de mis huesos, ella está viva, aún hablábamos, no había desaparecido.

—Está bien—respondí sería—al menos no le ha afectado tanto como a mí.

El niño se movió acodándose en mis brazos con una sonrisa en su rostro—Me alegro—respondió Uriel—Espero que siga luchando por vivir.

Yo también eso esperó—respondí mirando al pequeño

—Te has encariñado tanto que no comes por darle la comida a él—señalo al pequeño en mis brazos

solo baje la mirada y me limite asentir, al poco rato Uriel se fue a su celda y yo como siempre me limite a mirar a los demás.

todos estaban mal, incluso yo, tenía marcas que probablemente jamás se borrarían, marcas que serían como un tatuaje en mi piel, un tatuaje que no podría borrar de mí, ni siquiera olvidar como habían sido talladas en mi piel.

—¿Ya amaneció?—cuestionó el pequeño en mis brazos frotando con sus manos su carita

—supongo que sí pequeño—dije dándole un beso en su mejía—Te quiero.

También te quiero Idally—respondió dándome un abrazo

Es lindo tenerlo cerca, más saber que nos quiere, por él tenemos que seguir aquí, él nos necesita vivas—respondió mi loba

Ella tenía razón, el pequeño nos necesitaba, por eso debíamos vivir.

Sabes, debo contarte algo importante por si alguna vez salimos de este lugar—comento Néme—cuando dije que estábamos en el lugar equivocado me refería a que este no es nuestro cuerpo real, el de nosotras no está esperando en un lugar seguro, debemos volver a él, porque estamos en el cuerpo incorrecto.

No podía procesar eso, más bien me era imposible hacerlo, pero sabía que debía creerle, si lo decía, era por algo y si no me decía todo completo también era por algo, por esa razón esperaría el tiempo que fuera necesario, hasta que ella estuviera lista para contarme todo.

[ Dos días después ]

La transformación del Alfa...

Todos evidentemente esperaban este día, esperaban más que ansiosos la transformación de su líder, el líder que elevaría el estandartes de la manada hasta los cielos de ser posible, pero Idally era la excepción, ella no esperaba ese día, al contrario, lo aborrecía y temía por si misma que él la encontrara, que al saber que era ella su pareja eterna él le hiciera daño.

Todos se reunieron alrededor del lago "Blue" en espera del momento más esperado.

El alfa parecía más que feliz con todo lo que sucedía, Iker por otro lado aunque podía ver a su amigo a su lado también lo sentía ausente, estaba a lado suyo tal como él quería, pero era como si no lo estuviera.

—Karim, ¡Vamos!—exclamó Iker con una sonrisa.

Lo siento, no podré ir—Respondió mirando el piso, sin atreverse a mirarlo a los ojos.

Acción que enfado a Iker, él no deseaba que Karim mirará hacia abajo, quería que su mejor amigo lo mirase orgulloso pero al contrario, Karim estaba decepcionado

Iras Karim, como mi Beta debes estar presente—gruñó mostrando su autoridad—es tú deber estar conmigo—expreso con un semblante frío

Karim lo observó por unos minutos luego contesto—Si, está bien Alfa Iker—soltó con voz de un beta a un Alfa.

Ya no estaba la misma manera de responder, sólo quedaba la conexión de un Alfa y un Beta que debía obedecer a su líder, la amistad se estaba destruyendo.

Iker camino a lado de Karim pero ninguno pronunció ni una sola palabra, al llegar todos saludaron al futuro alfa, en pocos minutos su transformación comenzó.

El cuerpo de Iker inicio el procesó, sus huesos se oían crujir y romper hasta que el joven quedó completamente envuelto por la piel de su lobo, El lobo era de color Negro con algunas partes blancas, simplemente único entre todos.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo