Planes

   Luego de dicha pelea llegue a casa con un humor algo relajado al de hace rato que era de perros, cuando creí que ya estaba calmada del todo, recordá leves fragmentos de la mini Gloria esa, no la soportaba y no era por que tuviera más que yo, sino que siempre se que hacer la superior y eso en una persona no me gustaba, luego de subir al cuarto agradecí un poco de paz y buscando el celular decido oir música relajante, tan relajante que caigo en los brazos de Morfeo.

   Luego de 20 minutos todo ese enojo había bajado a -500, realmente me había quitado todo lo de hace horas, y mientras guardaba el celular y bajaba a la cocina miraba que había de almuerzo y una rica pasta con queso derretido por arriba me esperaba para ser calentado y servir.

   Luego de servir mi comida subí todo a mi cuarto y como con calma, pero al notar la Laptop encendida casi me daba algo, luego recordé que había sido yo misma quien la dejo así, no era tan Dori pero, algunas veces me pasaba de despistada y al ver la pantalla mi asombro fue mayor.

   Volví a mis 5 minutos de Dori y mientras comía hacía memoria ¿Deje esa información y no leí?, ¿Qué rayos paso aquí? Y antes de pegar un grito mental al universo mi hermano abría la puerta de la casa, decidí bajar para saludarlo ya que era lo lógico y enseñado en casa, al este verme mira mi plato fijamente y era como un *dame de comer*.

   Rode los ojos y le dije: ve y lavaste las manos, aún está caliente, además tu solito te puedes servir, no eres ningún niño.

   Algunas veces su forma de actuar me incomodaba, luego de ver lo sentarse saca el mismo libro que le di pero lógicamente más nuevo, luego de decirme mire fijamente el libro y cuando justo quería hablar el dijo

   Ricardo: leíste lo que deje.

   Mi cara debió ser un poema de preguntas de ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Dónde?, la carcajada de Ricardo me había sacado de mis pensamientos y dijo en una leve pausa

   Ricardo: te deje una nota en tu escritorio que había usado tu laptop y dejado algo, ya que andas muy empeñada en eso.

   Luego de eso mi gesto de volvió serio y en un leve coscorrón me pidió que entendiera que habían cosas difíciles de explicar, se disculpó en parte por decirme soñadora pero a su vez me dijo muy serio

   Ricardo: evita los problemas, espero y eso que te deje te ayude a calmar tus dudas, revivir el pasado no es buena idea Cassi.

   Luego de eso almorzó tranquilo, y yo sólo me quedé callada, terminamos juntos el almuerzo y de allí cada quien a su recámara, aunque sus palabras dijeran una cosa su rostro me decía otra cosa, que aún no entendía claramente pero no ignoraría.

   Leí sus 2 notas y había entendido que el había tenido curiosidad, pero… ¿Por qué no siguió?, que lo había hecho detenerse, aunque pensará mil cosas desde un “prefiero dejar lo así” hasta un “si sigues investigando más, te meteras en líos tu o tu familia”, eso último me hizo congelar y moví mi cabeza con brusquedad tratando de olvidar elloy centrarme en la información.

   Sentí la necesidad de volver a entrenar y sentí una leve ansiedad que me era difícil de explicar, hasta el ¿Porque? Ni yo misma lo podía responder, sabía con quien acudir y luego de llamar a tía Esther le omitó una que otra cosa y le expliqué mi ansiedad de cómo me sentía y eso, me pidió calma y me prometió que nos veríamos el Sábado en el restaurante y allí con más calma podríamos planear algo.

   Luego de colgar un curioso mensaje llegó a mi teléfono, Camila había conseguido identificaciones falsas, pero iríamos con algunos hermanos de las chicas, con la excusa de que le daríamos una sorpresa de cumpleaños a mi tía Selene; acepte sin pensarlo creyendo que era buena idea, pero eso luego me costaría algo caro.

    El día de visitar el Bar aletas de Sirena llegó sin mucha prisa y sin mucha pausa.

   Todo estaba listo para el Sábado a las 8: 00pm, mi excusa estaba más que montada y confirmada, claramente mamá y papá no sospecharon nada, pero algunas veces mi hermano me hacía pensar que era adivino y sus palabras de *No te creo ni la hora* eran evidentes, aún así no dijo nada.

   Luego de ir donde el restaurante y saludar a mis tías y a mi madrina Wendy, deje que tia Esther escuchara todo sobre dicha chica omitiendo el apodo de mini Gloria, eso sería llevar le el grito al cielo. Por curioso que fuera me recordó lo que mi maestro de Artes marciales mientras meditaba me dijo *ten cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos* claramente Estela me veía como enemiga y aunque yo dijera que no la veía así, para mi tía era evidente que no, ya que mientras me hacía un masaje dijo

   Esther: nenita si así fuera ni te enojarías, aclaró que no hizo bien en opinar así de la novela, pero tu tampoco debiste tomarlo personal.

   Eso me asombró y más cuando tía Esther señalaba mucho que tenía cosas de mamá y eso le preocupaba, le prometí que no haría nada tonto y que estaría bien, luego de ayudarme a entrenar decidí volver a casa y darme un baño.

   Ya en la tarde tome mi bolso donde tenía doble cambio de ropa y la ropa de dormir, nuestra mentira no era del todo mentira, si estaríamos en casa de una amiga, pero antes iríamos a ver una película, claramente eso sí era mentira, tenía una ropa de más adulta y mi kit de maquillaje, luego de encontrarnos en el punto de reunión nos fuimos cerca del hotel del bar, nos fuimos a un cuarto de allí y hícimos el cambio.

   Ya cenadas y vestidas, parecíamos de más edad, la única que no se maquilló mucho fue Claudia, ya que su forma de ser era más madura y ya ella era adulta, habia cumplido sus 18 hace 3 meses atrás, así que no habría problema para ella, al entrar casi que pegamos un grito como niñas, la parte de arriba era todo de piscina, y algunos pilares podías ver a otras sirenas saludar y bailar, mi primer susto fue ver a quien estaba en la barra *Andrea, ¿Es una broma?* y la sorpresa no paraba, al ver como hermosa mujer llamaba a Marina y al verla sólo pude decir

   Casandra: se parece a mi tía Esther.

   Todas: ¿Qué? -casi gritado-

   Mi duda fue de nervios y me hize la loca, pero mi sorpresa fue mayor al ver a mi padre en compañía de otro hombre que aún no conocía, fue cuando dije

   Casandra: lo que falta es ver a mamá y están todas.

   Como si eso fuera un deseo, una hermosa sirena de aleta blanco con plateado y dorado nada cerca de nosotras, no me logró ver pero al verla dije para mi *¿Mamá?, oh gran buda.. este es mi fin*, sin darme cuenta Claudia tomaba fotos y Camila grababa todo, pero cuando estaba por sugerir retirada me topé con quien menos quería.

   Al ver quien era para disculparme vi a mi tía Selene con los ojos tan amplios y su mirada de asombró fue más de enojo que de susto yo de los nervios sólo pude decir *Ups valla metida de pata*

   Mi tía con gentileza entregó su orden y se excusó, y me llevo a la puerta donde con una mirada que daba miedo dijo

   Selene: estas en grandes problemas jovencita.

   La vi irse y pedirle a nada más y nada menos que al padrino de Ricardo y mio que me vigilarán con firmeza, Andrea al verme se llevó una mano a la cabeza y el padrino de Ricardo; Gabriel reía porque no sabía ni que decirme, pero… mi otro padrino me fulminaba.

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