Capitulo 5

No lo llame al día siguiente, ya que la resaca me tuvo todo el día tirada en la cama sin poder levantarme. Lo bueno de todo esto fue que el dolor de cabeza, me impedía pensar en el bochorno de la noche anterior. 

Como un torbellino entro Natalia a mi cuarto y levanto las persianas, entrando el sol en mi habitación, me puse la almohada en la cara para que el sol dejara de hacerme daño. Sin un apéndice de piedad tomo mis sabanas y acolchados y me destapo dejando que la mañana primaveral se metiera bajo la piel. 

- ¡¡¡ NATALIA !!!

- ¡ Arriba mi heroína !

- Déjame dormir un rato mas, se me parte la cabeza 

- Toma - me dio un vaso con un liquido verde, yo la mire preguntándole con la mirada que carajo era eso - es un remedio casero contra la resaca, así llamas a Gonza. 

- ¿Gonza? Cuanta confianza con alguien que no conoces ... 

- Me cayo bien, solo eso ... tomate el vaso entero y date una ducha, cuando salgas vas a ver que estas impecable. 

Sin mas se fue de mi cuarto. Mire el vaso con el licuado verde y ni si quiera quise imaginar que era lo que contenía. Con una mano me tape la nariz y con la otra me lleve el vaso a mis labios y tome todo sin respirar. ¡WAKALA! Era la cosa mas horripilante que jamas había probado. Me pare como un resorte de la cama y corrí al baño a vomitar. Podía escuchar a Natalia reírse por lo bajo y decir para si misma que el vaso verde nunca fallaba.

Una vez que ya no quedaba nada en mi estomago, abrí la ducha y deje que la bañera se llenara. Me merecía un baño de burbujas para darme ánimos a mi misma por la locura que había hecho ayer. Si bien quería no recordar nada, tenia toda la noche a la perfección en grabada en mis retinas. Deje que el agua caliente con las sales de mar hicieran su efecto y relajaran todos mis músculos. Cerre los ojos y disfrute.  

Obviamente con Nat en el apartamento mi momento de relax, duro menos de lo que hubiese querido. En menos de 10 minutos la tenia sentada como india en la tapa de water. 

- Tu celular estuvo toda la mañana sonando, lo saque de tu cuarto para que no te molestara 

- ¿Mi padre o mi madre ? 

- Los dos 

- M****a, ya me veo lo que me van a decir. Lo mismo de siempre, que no soy suficiente , adornado de palabras cordiales. No quiero hablar con ellos Nat, por lo menos hasta tener un nuevo PLAN.

- Me parece perfecto

- ¿Alguien mas llamo? 

- Si... tenes 3 llamadas perdidas de Charles 

- ¡¿Que mas quiere de mi este hombre?! Ya me destruyo, me quito todo lo que tenia, hasta mi familia. 

- No bella terminando contigo te devolvió algo aun mas importante de todo lo que te quito...

- ¿Que? 

- A ti misma, se merece un gracias. 

- Jamas 

Natalia se fue del baño y me dejo vestirme en paz. Se muy en el fondo que ella tiene razón, si me hubiese casado con Charles, nunca hubiese conocido lo fuerte que puedo llegar a ser vestida en rojo. Lo aventurera y osada que soy. Al romper nuestro compromiso, el me libero de mi familia. Realmente me dio mucho mas de lo que me quito. 

El timbre del apartamento sonó. Yo me apure a terminar de vestirme y me asome a la puerta del baño para ver quien era. Natalia estaba hablando por el intercomunicador, con la persona que había tocado en nuestra casa: 

- Te vas ya mismo, no sos bienvenido en esta casa - escuche que decía ella y luego agrego - no te quiere ver, asi que besito chau. 

Con esta ultima frase corto la comunicación, a lo que en menos de 5 segundos había alguien prendido en el timbre de nuestro apartamento. Salí del baño con una toalla en mi cabeza y le pregunte: 

- ¿Es Charles ? 

- Si, ya lo eche 

- Evidentemente no entendió la indirecta 

- Te aseguro que fui muy directa, ¿Que queres hacer? 

- Lo voy a atender - dije yo acercándome al intercomunicador y le dije - subí Charles. 

Le pedí con la mirada a Natalia que se fuera a su cuarto y me diera privacidad, ella sin decir una palabra acepto mi petición. Pero antes de irse la soreta, puso en nuestro audio la canción de Emilia - No Mas, yo le sonreí, mientras negaba con la cabeza. Tocaron tres veces en la puerta, tome un respiro y fui a abrirle. 

Lo mire en el marco de mi puerta, entendía como podía haber estado tan embelesada con el durante 7 años de mi vida. Era realmente lindo, de esos chicos que ves caminado por la calle y lanzas un suspiro al aire, era la persona con la que quisieras casarte y tener hijos. Por lo menos todo eso era cuando no conocías como era realmente. Me corrí de la puerta para dejarlo entrar a mi nuevo apartamento vintage. 

- Me gusta el lugar ... - dijo el mientras caminaba por el pequeño pasillo que funcionaba de hall de entrada, cerré la puerta con llave y le indique con la mirada que me siguiera. 

- Si, se siente perfecto - le respondí yo y agregue - ¿Te puedo ofrecer algo? ¿Agua, te, café?

- Un vaso de agua seria perfecto 

Abrí las puertas de vidrio que dejaban salir al balcón, donde teníamos un juego de sillones de mimbre con almohadones blancos y una mesa ratona, ya que era un lindo día, creí que era el lugar ideal para tener esta conversación. El se sentó en uno de los sillones y se puso a leer su celular, mientras yo  iba a buscar un vaso de agua para cada uno. 

- Aquí tienes - puse un porta vasos enfrente suyo y apoye su agua en el e hice lo mismo con mi agua.

- Gracias - dijo el y tomo un sobro de su vaso. Me senté en el sillón mas alejado a el y lo mire. Supongo que me veía ridícula con mi piyama y la toalla en la cabeza, así que disimuladamente me solté el pelo y apoye la toalla en la baranda del balcón - me gusta tu corte nuevo, y las puntas azules, estas diferente. 

- A mi también, hagamos corto esto Charles , ¿Que queres? 

- Quería verte, me sentí muy mal despues de lo que paso ayer 

- ¿Sabe mi prima que estas acá ? 

- No lo sabe 

- Entonces creo que es mejor que te vayas, no quiero mas problemas de los que ya de por si tengo.

- No se tiene porque enterar, solo quería pedirte perdón en mi nombre y en el suyo . 

- No necesito ninguna tipo de disculpas de tu parte, te pido que por favor te vayas

- Marie Anne, estoy aqui de buena fe, tenes que entender que lo nuestro termino, superarlo, lo que hiciste ayer fue algo muy fuera de lugar 

- ¿ Como pasaste de pedirme perdón a darme un sermón ?, algo que solo Charles Monserneur puede hacer 

- Tenes que crecer Marie Anne, no todo es una de esas películas románticas que ves, no sos la protagonista de nada...

- Tenes razón,  no soy la protagonista... de nada que tenga que ver contigo, te pido por favor que te vayas, quédate tranquilo, no te voy a perseguir , ni ahora, ni nunca. 

- Sos una inmadura

- Si a mucha honra. 

El se levanto ofendido y se fue de mi casa dando un portazo. Enseguida estaba la chusma de Natalia queriendo saber todos los detalles de nuestra conversación. Pedimos un helado y decidimos pasar lo que quedaba de la noche, charlando y viendo las peores películas románticas de la historia. 

Cuando fui a recibir el helado, no pude evitar preguntarme que seria de la vida de mi chico de los helados. ¿ Ahora que conocía a Gonzalo, lo volvería a ver? 

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