Los Juegos Del Italiano
Los Juegos Del Italiano
Por: Lady Vivian
Capitulo 1

Me miro fijamente en el espejo, suelto la coleta que llevo dejando caer mi cabello sobre mis hombros y lo sacudo acomodandolo.

Lencería negra, mallas y unos tacones de punta de quince centímetros es mi uniforme cada noche.

Contempló por un momento mi rostro a través del espejo. Maquillaje perfectamente aplicado pero no es suficiente.

El brilló que alguna vez acompaño mis ojos ya no existe , solo hay una mirada vacía e  inexpresiva sin ningún tipo emoción positiva.

Solo encuentras dolor, sufrimiento y angustia en ella.

"Ojala todo volviera hacer como antes"

Limpio las lágrimas que amenazan con resbalar por mi mejillas ,  suspiro tratando de calmar el dolor que me consume al recordar en lo que se basa mi vida  todos los días.

Camino hacía el armario , tomó mi americana negra  ,cubro mi cuerpo con ella y hago un pequeño nudo con ambas cintas sobre mi cintura.

Observó a las demás chicas, algunas amigas otras tan solitarias pero todas con el mismo dolor y la misma historia.

“Secuestradas y utilizadas”

A la habitación entra Jenna,  la mujer de Héctor el hombre que nos secuestro y nos metió a este infierno. 

Ella está encargada de que nosotras cumplamos nuestro trabajo como Bailarinas y algo más a todo aquel que solicité nuestros servicios.

— No tengo tiempo para perder así que escuchen muy bien – grita  llamando nuestra atención – aquí tengo la lista de los nuevos clientes – agita la hoja sobre sus dedos con una sonrisa enorme – acérquense para dictarles sus trabajo esta noche .

“Hoy será una noche movida”

— Jinny , está noche te toca hacer un baile privado y un extra  – le entrega unas llaves – el lugar de siempre, un señor de unos 60 años te estará esperando.

Es algo completamente normal , la mayoría de nuestros clientes siempre suelen ser hombres mayores  adinerados,políticos, empresarios con mucho poder en esta ciudad y en otros casos en sus países son figuras de renombres .

— Lucy ,hotel diamond suite presidencial , el señor Krom te espera  – le entrega una tarjeta – ya  sabes cómo suele ser si no eres complaciente  , no quiero problemas nuevamente.

— ¿No puedo cambiar de cliente? – pregunta un poco nerviosa y  niega – no quiero volver a pasar lo de la última vez .

— Entonces no vuelas a cometer la misma estupidez – la mira con desprecio – ahora a cumplir con tú trabajo o te irá mucho peor.

Lucy baja la mirada y sale rápidamente de la habitación.

Nadie sabe que paso exactamente aquella noche con Lucy y aquel cliente Ruso , solo sabemos que fue encontrada brutalmente golpeada fuera del club y llevada a una clínica privada por la gravedad de sus heridas.

— Nuray – Jenna observa la lista y luego me mira con una ceja arqueada – hotel Milton habitación doscientos diez – saca de su bolsillo una tarjeta y me la entrega – el cliente ya te estará esperando .

— ¿Algún detalle más que pueda saber? – niega y suspiró – ¿es un nuevo cliente o es uno frecuente ?

— No lo sé – me observa de arriba hacia abajo – sólo se que el cliente pago una buena cantidad por un baile privado , espero hagas tú trabajo bien , no quiero quejas , es un cliente el cuál nos conviene seguir teniendo .

— Brian... – sigue dando las instrucciones a las demás chicas dando por terminada nuestra conversación.

Tomo el maletin de mis instrumentos y salgo rápidamente del club para terminar rápido con esto

Si algo sabemos todas las que trabajamos en este club es que entre más dinero pagan , más viejos y asquerosos suelen ser .

Para ellos tener chicas jóvenes bamilandole sensual ente es placentero, sentirse por un momento atraídos.

— Estás rogando porque está noche termine rápido ¿cierto?  – me giró y veo a Lucy que viene detrás de mí – todas sentimos curiosidad o quizás es miedo.

Lucy es una chica muy linda  , cabellera negra  larga  , nariz perfilado, ojos verdes muy hermosos  y una mirada que refleja su dolor.

A los 16 años fue secuestrada por un cartel en Jalizco, México. Luego fue vendida a Héctor y desde entonces está atrapada aquí como todas nosotras.

— No te puedo mentir, me da mucho miedo tener que atender un cliente sin antes saber quién es – introduzco mis manos en los bolsillos de mi chaqueta  .

— Debe ser alguien muy importante importante , no cualquiera reserva la suite presidencial del hotel más caro de la ciudad y paga tantos miles de dólares sólo por un baile.

Quizás tiene razón, pero no es algo que me tranquiliza, al contrario me intriga mucho más.

— ¿Y si es algún enfermo? – en este trabajo nunca sabemos con que clase de hombre nos vamos a encontrar – ¿y si quiere algo más que un baile? ¿Si me toquetea?.

— No seas tonta – me sonríe  – ¿De querer hacer eso lo hubiera dejado más que claro? –me da un pequeño empujón – verás que todo saldrá bien , solo baila como tu lo sabes hacer y listo .

Asiento poco convencida, ella sigue su camino , a pesar que quiso verse segura pude notar que va algo tensa y nerviosa y no es para menos con lo que le a tocado vivir .

— Lucy – se detiene y gira a mi dirección – cuídate mucho  – me acerco y le doy un abrazo – prométeme que todo saldrá bien , no quiero que nada malo te pase.

— Tranquila , ya aprendí mi lección – me da una sonrisa triste – te prometo que regresaré esta noche sana y salva.

Salgo de nuestro lugar de trabajo , la fría brisa de la noche me golpea , observo mi reloj y veo que ya son las once .

Camino hacía la avenida y luego de varios intentos de conseguir un taxi al fin uno se apiada de mi y acepta llevarme.

Observo detenidamente el panorama , a pesar de que ya es casi media noche , hay mucho movimiento en las calles de los Ángeles , las personas están metidas en su propia burbuja llamada vida , que no prestan mucha atención a las personas de su alrededor y es que cada quien tiene sus propios problemas .

— Hemos llegado señorita – el taxista me saca  de mis pensamientos – son cuarenta dólares .

Saco de mi bolso el dinero y extiendo la mano entregándole el efectivo.

— Muchas gracias .

— A la orden – asiente y me sonríe cálidamente – que tenga buena noche .

Bajo del taxi y quedo maravillada con el edificio el cuál se encuentra frente a mi .

Si estructura moderna con cristales en tonalidades azul dejan ver a la vista su elegancia.

Me acerco a la entrada, observó a los seguridad de la entrada verme con curiosidad.

—¿Puedo ayudarle en algo señorita ?– inquiere el de más edad , observándome completamente.

En un principio aquellas miradas me llenaban de nerviosismo hoy e día estoy acostumbrada ya que de la misma forma me ve la mayoría de la sociedad al ser una teibolera   .

— Me esperan el la habitación doscientos diez – respondo serena.

— Aguarde un momento señorita – camina hacia la recepción donde habla con un hombre el cuál mira a mi dirección.

Lo veo salir de su cubículo y caminar de regreso con el seguridad.

— Buenas noches ¿puedo saber que trae en el bolso? – ruedo los ojos fastidiada y me cruzo de brazos al darme cuenta que se trata del gerente .

— Eso no le compete a ninguno es mi privacidad – su mirada cae en mi americana – como le dije me esperan en la habitación doscientos diez.

— ¿Sabe usted a qué habitación se refiere? –me observa de arriba abajo y niego sonriendo.

— Por supuesto que lo se – introduzco mi mano en mi bolsillo y saco la tarjeta en color platino de la suite enseñándosela a ambos – hablamos de la suite presidencial .

Ambos me observan asombrados y el gerente cambia rápidamente de gesto .

— Lo siento tanto  – abre la puerta de vidrio y me hace un gesto para que entre primero que el.

Observo al seguridad  y me doy cuenta que me esquiva la mirada.

Caminamos por el lobby , observo a varios de los presentes mirarme y cuchichear entre ellos.

Ya estoy acostumbrada a que  muchos por mi manera de vestir hablen y me miran de tal forma  .

llegamos al elevador , subo junto al encargado , presiona un boton y el elevador sube varios segundos , luego de unos minutos abre sus puertas.

— A la derecha la puerta del fondo encontrará la suite presidencial .

Me dice con una sonrisa señalándome la dirección.

— ¿Sabe usted quién es la persona que se encuentra esperándome ? – mascullo.

— Lo lamento señorita , pero tengo prohibido divulgar información de nuestros  clientes – mantiene su mirada fija hacia al frente – pero creo que usted lo conocerá mejor que nosotros – dice con ironía.

Bajo del elevador sonriendo por sus palabras.

— Tiene razón , llegaremos a ser tan cercanos que le hablaré el mal trato de los empleados de este hotel y sobre todo del gerente que es un asco de persona y como clasifica a las personas por su manera de lucir lo cuál es racista.

Las puertas del elevador se cierran sigo mi camino dejándolo parado dentro del elevador con la palabra en la boca.

Camino por el pasillo , observo las paredes llenas de cuadros y la gran alfombra roja que adorna todo el pasillo.

Llego al fondo del pasillo, frente a la puerta que dice suite presidencial se encuentran dos hombres con portes recto y brazos detrás de su espalda , custodiando la entrada.

“Guarda espaldas”  ¿Por qué ?

Debe ser alguien demasiado de importante para tener seguridad en el hotel  ninguno de los otros clientes con los que e estado los ha tenido o los ha necesitado.

Ambos al verme hacen un asentamiento de cabeza y se hacen a un lado permitiendome la entrada , introduzco la tarjeta en la ranura y esta hace "click" giro la perilla y esta abre.

— Vamos ésto será rápido –me digo a mi misma en un susurro.

Doy un paso , entro a la habitación que se encuentra completamente a oscuras , rápidamente mis fosas nasales detectan el perfume de un hombre , por la poca luz que entra por los cristales , observo una silueta masculina sentada en un pequeño sofá frente a mi sosteniendo un vaso .

— Cierra la puerta con seguro – hago lo que me pide –ahora camina hasta quedar  frente a mi .

Me quedo unos segundos tratando de procesar mis nervios.

Me doy la vuelta, caminó lentamente hasta pararme frente a el tal y cómo me lo pidió.

Bebe un sorbo de su trago y aún con la poca luz que entra por la ventana no consigo ver su rostro .

Se para frente a mi suelta el nudo de mi americana abriéndola, camina hasta quedar detrás mío.

Su respiración golpea mi cuello, su rostro se encuentra a centímetros de mi cuello. Como si inhalara mi olor.

Sus manos tocan el cuello de mi Americana y con delicadeza la separa de mi haciéndola caer lentamente al suelo y dejándome solo en la lencería que traigo puesta.

Mi corazón empieza a latir fuertemente, los nervios me consumen  y siento que mis piernas en cualquier momento me dejaran de sostener, sólo esperó que la noche pase pronto y todo esto acabé...

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