Alondra se quedó viéndolo y se dio cuenta del cambio de expresión, sabía que el mensaje que había recibido le había cambiado el semblante y su disposición, el rostro de felicidad se convirtió en una fría máscara y para adelantarse a lo que presumió iba a hacer le dijo con tono severo y mirándolo con ojos centelleantes de furia.
— ¡¿Qué pasa Felipe?! —exclamó pidiéndole explicación molesta.