9. TIENES QUE SABERLO

Grillo

Escucho las risas que vienen del salón y me levanto de golpe, porque son absolutamente hermosas y desconocidas.

Jamás pensé que podía escucharlas en mi casa, pero allí están, Luciana y mi hijo bromeando en la cocina como si fuera un día normal.

Me voy al baño y me doy una ducha caliente porque la necesito. Intento recordar todo lo que pasó anoche pero lo más cercano es el dolor en la frente, que debe haber sido por la caída, y el dolor en una nalga que… ¡Mierda, Luciana me vio las nalgas! ¡Doble mierda… espero que haya sido la única que me las vio o no voy a poder mirar a mi hijo a l

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