Me separo y tomo mi bolso, camino rápido hasta la puerta para no arrepentirme y la abro para irme de aquí, pero alguien me detiene, ahí está ella, frente a mi, mirándome con odio, con rabia y mi maquillaje inexistente dice todo lo que de mi boca no saldrá.
De pronto, siento un ruido fuerte y un dolor sordo en mi mejilla.
- ¡Eres una maldita zorra! - Me grita después de abofetearme. No sé qué decir, y la verdad es que no sé siquiera si pueda justificar mi comportamiento.
Ella es la novia de Jason, la madre de su bebé, la mujer con la que formará una familia y con quién va a casarse supongo, y yo sólo soy la amante, con la que se acuesta cuando tiene ganas. No soy más que una cualquiera.
Dios, me convertí en alguien que odio. Tomo mi mejilla con mis mano tratando de aliviar el dolor, pero el dolor del alma no se me pasará.
- ¡Jessica! - Jason le grita pero no es culpa de ella, probablemente yo haría lo mismo si viera a mi novio en una sala oscura con su secretaria, lo que me