KEANE
(A la mañana siguiente)
El sonido de los pájaros piando a través de la ventana despiertan a Keane de su agradable sueño. El imponente y atractivo alfa bosteza, suspira y se gira quedándose boca arriba mientras se rasca la tripa con pereza. Firmaría en ese mismo momento para que todas las mañanas en su vida a partir de ahora, fueran como esa.
Plácidas, cálidas y sin demasiadas preocupaciones. Pero no eran más que una ilusión pasajera pues la vida de un alfa estaba bastante lejos de ser así.
De pronto, y por completa sorpresa, una cálida boca atrapa su erección mañanera y empieza a succionarle con entusiasmo.
“¡Sííííí!”, sisea su lobo con ferviente entusiasmo. “¡Amara saber bien cómo cuidar de nosotros!”, susurra el lobo en su interior con emoción por empeza