20. Te quiero.
Lo empuja y limpia su boca — Eres mi jefe y yo tu empleada, respetemos ese límite — pide más que sería frente a sus ojos.
Entendía que si alguien los veía besándose iban a creer que ella estaba acomodada por acostarse con el jefe y no quería quedar mal. Continúa limpiando su boca, mirándolo con un gesto enojado y sonríe .
Arregla su corbata y se ríe — ¿Tu hablándome a mi de límites? — dice y se señala el pecho para después señalarla — Eres tú la que nunca supo respetar ese límite, ¿quieres qué te recuerde de dónde vienes? — pregunta.
Se acerca más cuando lo tiene lo bastante cerca lo observa directo a los ojos — No te pases conmigo, Matt porque yo no soy una más de tus amigas de la noche — dice furiosa.
No aguanta las ganas y acerca su rostro para quedar a centímetros — Deberías aprender a cerrar la boca, Sam. A veces te olvidas a quién te diriges — dice poniendo sus manos en los bolsillos delanteros.
Sam no se mueve de su lug