Agrandando la familia
«Una prueba de Embarazo»
Alana miró a Matthew como si al chico le hubieran salido dos cabezas.
—¿Prueba de embarazo? —preguntó mirando la caja en la mano de Matthew como si fuera una serpiente que iba a morderla en cualquier momento.
—Tus vómitos mañaneros no son normales, Alana —dijo Matthew sin apartarse de la puerta, no iba a dejarla ir sin que se hiciera prueba.
—Por supuesto que mis vómitos y náuseas no son normales. ¡Debió ser la comida la que me hizo daño! —exclamó haciendo un puchero que no convenció a Matthew.
—No te dejaré ir hasta que hagas pis sobre esto —dijo moviendo la caja delante de Alana.
—Está bien, lo haré —respondió, tomando la caja y volviendo al cuarto de baño.
Entre tanto, Matthew volvió a la cama y se sentó a la orilla para esperar el resultado. Había leído un par de veces las instrucciones y debía esperar alrededor de dos minutos, quizá cinco para no dejar a dudas el resultado. También sabía que si se ponía de color rosa las dos rayitas