Irremediablemente loco
«Están ustedes un bebé»
Aquellas palabras dichas por el profesional despejaron cualquier duda que la pareja aún pudiera tener. Cualquier falsa alarma y puso en la cabeza de Matthew y Alana la imagen de un precioso bebé, ahora se sentía más real, más suyo.
—Vamos a dejarle los prenatales a partir de ahora que el bebé apenas tiene cinco semanas de gestación para que pueda aprovechar más el ácido fólico que es muy importante —el doctor explicó y la pareja escuchó con atención.
Cuando salieron de la clínica y caminaron al estacionamiento, Matthew no pudo soportarlo más y tomó a Alana entre sus brazos y la pegó a su cuerpo.
—¡Seremos padres! —gritó emocionado.
Alana sonrió.
—Y se lo tendremos que decir a nuestros padres —le recodó.
—Te aseguro que nuestros padres serán igual o más felices que nosotros con la noticia. Serán abuelos consentidores y estoy viendo al magnate del cine tratando de llevar a nuestro hijo a la pantalla grande —dijo Matthew en tono jocoso.
Alan