Todos en el salón, nos quedamos sorprendidos, mi corazón no paraba de latir como si hubiera recibido una descarga de adrenalina, la reacción de Lucas y sus palabras, se sintieron tan bien y tan reconfortantes.
Me hizo sentir algo que nunca antes había sentido y no sabía definir, era una sensación de calidez, una especie de calor que me recorría en mi interior.
— Señores… — Intervine, acercándome a Lucas, sintiéndome protegida por él y por sus palabras. — Sé que debido a los malos momentos que atraviesa la empresa, ustedes no confían en mis capacidades, pero les aseguro que estoy poniendo mi máximo esfuerzo… No entregaré la empresa sin luchar y demostrarles a todos que estoy en mi lugar y que no es, donde ustedes piensan, luciendo bonita y divirtiéndome… — Me erguí, con pedantería, junto a Lucas.
— Bien… Tiene su plazo, señora Golf… — Escupió Praga con rabia. — Tiene seis meses y más le vale que obtenga ganancias, o tendrá que enfrentar una demanda de mi parte y estoy seguro de que