Narrador omnisciente.
Muchos dicen que los sueños son obra del cerebro por aquello que más deseamos o aquellos que más nos aterra. Ares sabía que para un ser sobrenatural las posibilidades son infinitas.
Un día había pasado desde que todas las diferentes especies habían llegado a su manada desde ese momento ordeno que les dieran carpas de campaña para poder pasar la noche solo a los líderes de los diferentes clases se quedaron en la mansión y junto a ellos los alfas que al ver la seriedad del asunto mandaron a traer a sus guerreros para estar preparados.
Todos estaban a la expectativa de lo que iba a pasar en esas tierras, pero lo que más les interesaba era conocer a la luna de la manada, pero no a la que se casó con el alfa por un acuerdo sino que a la verdadera, una que hasta ahora no habían visto.
Y según los rumores que se corrían