No sé con exactitud cómo describir lo que siento en estos momentos es una sensación tan extraña, por una parte, estoy feliz y emocionada de que Rohan, cumplió su palabra, en verdad estoy que no me la creo. Vino, en verdad vino y ahora lo tengo frente a mí. Por fin puedo ver de cerca esos bellos ojos, ver esa sonrisa hipnotizante y sentir sus fuertes brazos rodeándome.

Sin duda es algo que me tiene feliz y emocionada, pero, por otra parte, está ese lado oscuro, esa parte que es acompañada por la mirada de Carlo, una mirada de coraje y no sé qué más, pero que da miedo.

También está mi parte racional, mis principios y mi educación que me hacen sentir que estoy cometiendo el peor pecado de todos, ya que a pesar de todo, Carlo sigue siendo mi esposo y yo estoy aquí bailando frente a sus narices con mi amante.

—Creo que esto es muy arriesgado. ¿Por qué no me dijiste que vendrías?

—Te dije que no te diría por qué no me perdería por nada del mundo, tu expresión y tu mirada al verme, al darte l