Cap. 41 El evento.
—¡Amalia! Espera, ¡detente ahí! —Sale furioso detrás de mí y escucho sus gritos, pero no me detengo, sigo mi camino —¡Te dije que te detuvieras! —Jala con fuerza mi brazo.
—¿Qué quieres? ¿Seguir con tus chantajes?
—No son chantajes, son órdenes. Tú no vas a decidir quién educará a Liam. Te recuerdo que tú no eres su madre, que Liam, es solo hijo mío. Lo había dejado a tu cuidado porque pensé que serías una mujer de casa, pero ya que te dio por abandonar tu hogar, mandaré a mi hijo con quien sí pueda educarlo.
—No se te ocurra, Carlo, porque si tú sabes amenazar y dar donde duele yo también, y así como tú quieres decidir por mi hijo, porque es mi hijo, así no lo haya parido, yo también puedo hacer lo mismo con mi empresa.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Justo lo que te estás imaginando, así que ni se te ocurra llamar a tu hermanita y ahora me largo que no soporto seguir viéndote —me saco de su agarre con fuerza y tomo un taxi.
Me voy directo a la empresa porque ahí dejé mi auto. Siento q