Cap. 29 Quitando el aburrimiento.
—Quisiera matar a ese desgraciado. ¿Cómo puede hablar así de su esposa con esa gente? —John, dice furioso —. No puedes seguir al lado de esa basura, hija, por favor, cuídate mucho.
—Tranquilo, John, he sobrevivido ocho años ya a su lado. Unos días más no serán nada y sabemos que, mientras no firme, estoy a salvo.
—Aún no entiendo cómo fue que caíste en sus redes.
—Por estúpida y porque me enamoré, pensé que era un buen hombre y que de verdad se había enamorado de mí.
—Lamento mucho que tengas que pasar por esa desilusión. Si necesitas algo, búscame, ¿ok?
—Te lo prometo.
Salgo primero y él se quedará un momento más ahí para no levantar sospechas, me voy por el pasillo del final.
—¿Dónde estabas?
—¡Ay! Carlo, me asustaste.
—Te pregunté: ¿Dónde estabas?
—Fui al baño, solo que al del pasillo del fondo, porque con esta mano estaba complicado y no quería ser vista por las demás.
—Tardaste mucho, llevo rato buscándote.
—Te digo que con esta mano es complicado —Solo me mira detenidamente, pe