Scarlett
Gritos y reclamos se oían en toda mi casa.
Mierda son las 6 de la mañana.
Siempre me despierto 6:30 para poder llegar temprano, pero ese día tenía demasiado sueño. De repente siento una cosa pequeña y peluda acostarse encima de mí.
-buenos días, Winnie. – dije mientras acariciaba a mi cachorro.
-¡TE ODIO! – escuché gritar a mi madre y eso hizo que reaccionara, bajé las escaleras despacio y me arrinconé a la pared para saber que pasaba.
-ya te dije que puedo explicarlo todo. – dijo mi padre tratando de calmar a mi madre quien estaba roja y llena de lágrimas.
-eres un maldito hijo de puta. – le respondió ella.
-cariño por favor… - insistió mi padre.
-¡CARIÑO NADA! – gritó tirando el florero que había de