La celebración de la boda continúa, Ethan se cambió de mesa, fue a sentarse con unos amigos, pero desde la mesa donde estaba me lanzaba miradas, es una situación muy incómoda, me siento culpable tenía que haber hablado con Ethan, así no le daba falsas esperanzas.
Pero que le iba a decir, que estaba enamorada de un hombre, del cual no estaba segura si me amaba.
—Amiga, ¿te sientes bien?
—A ti no puedo mentirte estoy muy, pero muy incómoda.
—Si te entiendo, pero bueno tú fuiste clara con Ethan le dijiste que no querías
nada con él.
—Sí , eso es cierto, pero debí hablarle de Cristhofer.
—No te sientas culpable por eso, no es tu obligación hablarle de Cristhofer, con tan solo decirle que no lo amas, que no quieres nada con él, con eso a él le debe bastar, tú no tienes que darle explicación del porque no lo quieres.
—Fabiola, pero me siento mal, que pensará la señora Sara de mí.
—Nada, ella es mujer y debe entender que en el corazón no se manda