Jonathan
Alejandra nuevamente se está portando extraño, como aquel día hace dos semanas, solo que ahora, sí sé la razón, terminé el mismo tiempo en que la escuché gemir, silencié la llamada para que no pudiera escuchar nada de mi lado, pero al escuchar que le dijo a alguien “Te luciste” el calor de mi cuerpo dejó de ser por excitación, los celos me desgarraban la garganta y ahora la idea de que pidió dejarla antes en el trabajo para verse con quien sea que logró convertirse en su amante secreto me enferma, esperaba poder escuchar la voz del imbécil que estaba con ella anoche, pero cortaron la llamada de repente, no sé por qué, pero la idea de que se trate del imbécil ese de Henry me tiene mal.
— Hicieron travesuras de nuevo.- la voz de Meisy llama mi atención, le dedico una mirada leve a través del espejo, aprieto con fuerza el volante, esa niña sabe quién estuvo con su madre anoche y me lo está restregando en la cara.
— ¿Quiénes? .- ella me pone los ojos en blanco.
— Tú y Ale,