Tras algunos años amistad, la vida Alice Thompson, da un giro brutalmente emocional cuando descubre que, la propuesta de matrimonio que su mejor amigo le hace es falsa, lo que parece ser una broma al principio, desencadenará sentimientos que ninguno de ellos pensó experimentar, esto se convertiría en el juego que, con el tiempo no se sabe quién apostaría más, ni hasta dónde los llevaría... Dos historias... ¿serán capaces de sobrevivir juntas?
Leer másCapítulo 1 - Su voz
(Alice Thompson)
Sus labios húmedos recorren lentamente mi cuello, siento su respiración con suavidad, logro escuchar como susurra mi nombre de tal modo en que, creo me pierdo en sus instintos; —no te detengas—, exclamo en voz baja mientras sus manos se posan sobre mí, escucho cómo logra soltar el broche de mi vestido, acaricia mi espalda de arriba hacia abajo, los minutos siguen transcurriendo y el deseo se hace fecundo.
―¡Ya dime quién eres! ―susurro mientras muerdo despacio mi labio inferior de la excitación a la que me está llevando en este preciso momento, su rostro me es difuso, pero aún no entiendo cómo es que le tengo tanta confianza, el lugar tiene luces bajas no logro reconocerlo como quisiera.
—Alice. —Me estampa de un solo beso, lo hace de una forma apasionada que logra que mi piel se erice al escucharlo y sentirlo; mi deseo empieza a hacerse incendio, mis manos acarician su pecho desnudo y de a poco siento cómo su voz se me hace familiar pero..., repite mi nombre de una forma tan apasionada que creeré que se viene..., lo dice de nuevo, la habitación se vuelve testigo de lo que nos esta pasando, sí, una vez más, en medio de jadeos... —¡Alice! ¡Alice!
—¡Alice, Alice, despierta tu amiga ya te vino a recoger, está esperándote en la sala!
—¡Maldición! ¿Es en serio? ¡Justo ahora! —A lo lejos escucho un murmullo, hasta que mi realidad se asoma, me llevo una mano a la cara, lamentando. Me levanto ruborizada, al escuchar a mi madre interrumpir mi sueño, mi más preciado sueño con su grito fuera de mi habitación.
—Ya voy. —respondo con voz adormitada. —Me siento al borde de mi cama mientras me pierdo por unos segundos en la nada; tanteo con mis pies las zapatillas que se confunden entre la alfombra de felpa y la cerámica del piso, tomo el móvil que esta debajo de mi almohada, le doy una ojeada. —No hay llamadas ni mensajes.
Rasco mi cabello en un primer intento de despertarme completamente, mientras trato de no pensar en el sueño; pero, por un momento mis ojos se cierran; sus labios, su piel, su voz tan masculina se cuelan en mis pensamientos una vez más, agito mi cabeza para despabilarlo, así que mejor reacciono y me levanto de la cama de una buena vez para seguirme alistando.
—¡Cómo es que no pude ver su rostro! —Me reprocho por un instante.
—Mierda, ya estoy delirando. —Pienso.
Minutos después, bajo las escaleras con algo de prisa, veo a mi madre platicando con Camila, quien es amiga mía y también casi que vecinas.
—Hola hija. ¿Te quedarás a desayunar? —cuestiona con calidez, su mirada se vuelve hacia mí a la espera de una respuesta desde su sillón de cuerina café que se encuentra en una esquina de la sala.
—No creo mamá, voy de salida, me lo comeré en el camino. —digo mientras me acerco a Cami para saludarla.
Camila aprovecha el momento y al disimulo me hace un gesto con la mirada, recordándome que debemos retirarnos pronto, menos mal mi madre no lo nota, observo que se levanta de su sillón, aproximándose a la cocina para servir mi desayuno para llevar. Cuando quiere ser linda, es un amor en definitiva.
La mañana es algo soleada, los destellos del sol se atraviesan por la ventana de la sala, hay un alumbrado excepcional que adorna el lugar. —¡Este sol es de lluvia!—, admito.
—Ni lo menciones, al menos hoy no. —contesta Cami, se pone de pie enseguida, noto que le da alcance a mi mamá, hoy luce elegante, además de acompañarle una enorme sonrisa.
—Parece que hoy esta de buen ánimo. —Pienso.
—Sra Patterson, en la próxima seguimos charlando un poquito más. Cuídese. Ya nos tenemos que marchar.
Camila se despide amablemente de mi mamá y se retira, mientras yo me robo al apuro un bocadillo que me está sirviendo en la vianda, entonces me descubre y me da una palmada de regaño en la mano como quien dice "no toques esto, traviesa". Niego divertida, veo que termina de enroscar la tapa del termo, colocándolo de manera impecable en un empaque.
—¡Toma hija, vayan con cuidado! —Me lo extiende y lo tomo enseguida, la beso en la frente, ella me abraza y se despide.
—¡Gracias ma! —Tomo mi cartera, el desayuno y salgo de casa enseguida.
Me dirijo al auto de Cami que esta aparcado en frente, pero me llevo una mano a la frente al recordar que no cargaba las llaves de mi casillero.
—¡Rayos! —Me regreso, entro, y mamá parece ya estar en su habitación, subo a mi cuarto rápidamente, busco en mi velador desordenado de labiales, perfumes y monedas.
—Definitivamente debes hacer limpieza Alice Thompson. —Me repito mientras que con la mirada sigo repasando el lugar.
—¿Dónde pude haberlas dejado?
Abro los cajones y nada, reviso las carteras pequeñas que cuelgan detrás de la puerta de mi cuarto, y ¡bingo!
—Las encontré. —Escucho a Camila tocar el claxon para que me apure, bajo corriendo las escaleras, salgo enseguida, y me subo al auto.
—¿En qué andas pensando que se te olvidan las cosas? —interroga sutilmente, mientras abrocha su cinturón de seguridad.
—Mas bien yo debería preguntar ¿En qué te hallas con tanta elegancia hoy? —interrumpo. Ella luce un maquillaje tenue, sus ojos azules le combinan de una forma agradable con sus largos rizos color castaño oscuro, además viste una blusa de ceda color conchevino, un tono igual al de sus labios, una falda beige de tela sobre la rodilla, sus tacos quedan a un costado porque le es imposible conducir con ellos puestos. Siempre lo hace con sandalias planas. ¡El glamour viene cuando baja del auto!
Ella arranca el vehículo rumbo a la facultad, llevamos música en la radio, es "Bad Habits" de Ed Sheeran.
—Hoy tengo el último evento de la carrera de Psicología en el auditorio de la Facultad, Sebas y yo somos los coordinadores, así que todo debe salir extraordinariamente bien, debo llegar antes de lo previsto para ultimar detalles de la logística con el personal, y esas cosas, ya sabes. —responde sin perder la vista del volante.
—Eso significa que hoy trabajarás con tu crush. —Sueno sarcástica y graciosa a la vez. Camila es amiga mía desde el colegio, incluso pienso que es con la que más frecuento de mi promoción, siempre la molesto con sus pretendientes, eso ya es innato entre nosotras.
Ríe con sutileza. —¡Qué dices! Claro que no, tú sabes que por ese lado ambos tenemos diferentes enfoques en cuanto a lo sentimental.
—¿Por qué lo dices?
—Él está concentrado en su maestría, y yo en mi proyecto de consultoría...ya hemos conversado en algunas ocasiones respecto a eso, ya sabe que no tengo planes serios y los ratos pues no van con él, así que olvídate de mi famoso “crush” —afirma, esto último lo dice imitando mi voz con algo de presunción.
—¿No pasa nada entre ustedes, luego de las salidas y miraditas que he visto? —replico con sigilo.
—Okay, okay admito que hubo una química interesante en los semestres, pero hay relaciones que sencillamente no deben darse, y ésta es una de ellas. —comenta, mirando el retrovisor para cambiarse de carril.
—¡Qué mala onda, con lo bien que se ven juntos!
—Mmm supongo, aunque él es tan..., —eso lo suelta sin filtros, trata de detener sus palabras pero parece que se ha delatado.
—¿Tan qué? —lanzo una mirada interrogativa que ella no nota por su concentración en el volante, disfruto de su franqueza, abro mi bolsa y saco el termo para darle un sorbo a mi jugo con cuidado.
—Pues no sé, Sebas es elocuente, atractivo, inteligente, respetuoso, se viste bastante bien, es atento. ¡Es perfecto! —Lo dice convencida, escapando un leve suspiro al final.
—¡Así que perfecto, eh! —al escuchar esto, Camila reacciona como quien se aterriza de los pensamientos furtivos.
—¡Eh! Es una simple admiración, nada más. —comenta frunciendo el ceño.
—Yo no he dicho nada, sólo estoy escuchándote, —Niego divertida; mientras ella se ve descubierta, ambas reímos.
Doblamos la calle, y esperamos a que la roja del semáforo cambie.
—Mmm pero a veces su mirada transmite misterio, y no tengo ánimos de buscar lo que no se me ha perdido, me conozco Alice y no quiero verme envuelta en enredos sentimentales, debo centrarme en mis proyectos, el amor no es prioridad. —Esto último lo dice decidida, mirando en mi dirección, arqueando una ceja.
Los autos de atrás pitan, avisando que el semáforo ya se puso en verde, Camila arranca, su concentración está en la vía de nuevo.
—En fin, no me cambies el tema, me dirás por qué se te andan olvidando las cosas, Srta.Thompson. —lo dice fingiendo una voz de madre, veo que toma la palanca de cambio, su mirada esta al frente pero esta atenta a mi respuesta.
—Sabes, volví a tener ese maldito sueño. —Eso lo digo luego de mordisquear un pedazo de sándwich, le extiendo un poco a Cami pero niega enseguida.
—Déjame decirte que si es el mismo que me contaste la última vez en donde no ves el rostro de tu chico, pero que ves el resto, no creo que sea maldito sueño ¡eh! —suelta una risa de complicidad y yo una carcajada inevitable con la que casi me atraganto el pan.
—¡Qué chistosa! —Niego mientras termino de masticar.
—Te parecerá gracioso, pero sí, volví a soñarlo ¿No te es raro compartir con alguien en esas escenas, sin saber quién es? —replico con curiosidad, ella aclara su garganta.
—No lo sé, la última vez que soñé algo así fue con Patrick, el joven profesor de Psicología, pero a él sí le vi el rostro. Obviamente. —explica con algo de sarcasmo.
—¡Hablo de algo real Cami! —exclamo y aprovecho para darle otro sorbo al jugo.
—¡Oye! Patrick también fue real en mis sueños. —responde guiñando un ojo.
—¡Tú no cambias! —interrumpo con una sonrisa en lo que termino mi jugo de naranja.
—Ya casi llegamos. —advierte.
—¿Lista para ver a Sebas?
Capítulo 52 - Capítulo final(Dawson Winter)―Ves Scrappy, las mujeres son muy complicadas. Primero dicen que te aman, luego que les aburres y luego te dejan por cualquier imbécil que conocen por ahí.Scrappy, el perro pequeño que he adoptado de raza shitzu color blanco con caramelo, me mira confundido. De seguro no tiene ni idea de lo que le hablo pero se ha hecho espacio en el sofá de mi apartamento, el que era de mi madre.De repente escucho que tocan la puerta, me miro y estoy en bóxer. Scrappy empieza a ladrar, parece que viviera más conmigo que con sus dueños de al frente.En fin, estoy tan deprimido por lo que vi en la fiesta que no me importa y me asomo así, agarrando una toalla del baño de visitas para rodearla por mi cintura.Cuando abro la puerta.―Alice―Dawson tenemos que hablar.Trago saliva del asombro y le doy paso.―Ya no puedo seguir con esto, tú eres la respuesta.―De qué hablas Thompson.―Te quiero mucho pero en mi vida sigue habiendo un vacío, y no quiero irme sin
Capítulo 51 - Una respuesta(Alice Thompson)No podía creer lo que me estaba pasando. John estaba frente a mí a la espera de una respuesta, la que podría cambiar el rumbo de nuestros planes, y por qué no decir, de nuestras vidas. Seguimos en el auto, aparcados en esta esquina a la que le podría llamar la calle de los enamorados por los besos escurridizos que se dejanver a estas horas de parejas y transeúntes.En fin, mi mirada sigue perdida en la suya, él se aproxima un poco más rozándome su respiración, es inevitable no disfrutar su cercanía, acaricia con ternura mi cabello, cierra sus ojos para dejar un suave beso en los labios, toco despacio sus mejillas, él arropa mi mano con la suya. Nos perdemos en una dimensión donde solo existimos los dos. Disfruto de unos labios delgados, que se mueven con calidez y calma como si no existiese reloj... Me suelto del beso de a poco. Muchos pensamientos invaden mi mente, pero en mí empieza a asomarse el recuerdo de aquel sueño que tuve cuando mi
***Horas más tarde.Hemos cenado unas tartuelas medianas de pollo y una copa de vino tinto, estamos en la sala de karaoke, hay un par de parejas más que acompañan el lugar.―Y bueno Thompson será que hoy te escuchamos cantar.―¿Qué?―Espera, vienes a un bar karaoke y no quieres cantar, no entiendo eso.―Cómo crees, tú sabes que no canto bien.―Y eso qué, si quieres hacerlo, lo haces y ya, no te compliques la vida, te puedo apostar que esa pareja que ves en la esquina de allá. Si cantas dirá, vaya que nunca se ha escuchado sola en la ducha y si no cantas dirán mira esa pareja aburrida. O quizá ni nos presten atención.―Para ti es fácil porque tú sí tienes voz para cantar. ―niega con una sonrisa y toma mi mano. Estamos sentados en unos taburetes cómodos.―Insisto no te compliques.―Mmmm bueno si lo vemos de esa forma, quizá.―Qué canción cantarás,―Ni idea.―Yo ya tengo la mía.―¿Ah sí? ―asiente.Se levanta de la mesa despacio, y se acerca al DJ para pedir su pista.Acomodo mi asiento
Capítulo 50 - John(Alice Thompson)Salimos del lugar, bajamos por el ascensor que conecta con el subterráneo del estacionamiento, mis tacos resuenan el lugar despacio...estoy un poco curiosa a lo que me ha dicho John. Él me lleva de su brazo con elegancia.Saca de su bolsillo del pantalón las llaves de su auto, quita la alarma, me señala cuál es su auto y nos acercamos a éste.―John me estas preocupando por qué salimos tan rápido del lugar.―Discúlpame Alice no te lo podía decir allá arriba.―¿De qué hablas, qué pasó? ―me suelto de su brazo y lo miro de frente.―He recibido un mensaje de un colega sobre el proyecto que te comenté.―Oh sí, sí lo recuerdo, y qué te dijeron.―Que adelantaron todo, quieren empezar lo más pronto posible, la inversión que esperaban ya llegó y eso significa un posible ascenso también.―¿Qué es en serio? John no sé qué decirte, estoy contenta por aquello pero por qué tuvimos que bajar acá para que me lo digas, eso no tiene nada de malo. ―digo un poco confun
Capítulo 49 - Un reencuentro (Alice Thompson)Aquella mañana hicimos el amor como nunca pero de pronto algo extraño sucedió en mí, era como si la magia estuviera pero ya no con la misma intensidad, era como si las cosas hubieran cambiado, hemos platicado los últimos días como amigos pero me siento un poco rara, no sé hacia dónde apunta esto, o al menos yo ya no lo siento igual, aquella noche lo quise tanto, pero pareciera que mi realidad hubiera vuelto, no me siento igual pero para aclararme y distraerme preferí asistir a la boda de Francis, uno de nuestros amigos en común. Él quedó en ir con otros amigos porque me negué a acompañarlo, necesitaba darme un espacio a solas, quería saber qué era lo que exactamente me estaba pasando con Dawson.En la boda.—Francis que gusto verte amigo mío, me alegra mucho que contrajeras matrimonio con la mujer que amaste desde la preparatoria, gracias por invitarme.—exclamé al verlo cerca de la entrada de la recepción, lo abracé, de verdad estaba cont
Capítulo 48 - Un beso(Alice Thompson)Voy por una ducha para quitarme el peso del trago, no lo aguanto más...A los minutos, rebusco algo de ropa para dormir en el armario de la habitación.—¡Pero mira qué tenemos aquí! ―Me replico en voz alta al encontrar un par de batas de mujer de color beige.> Pienso.En fin decido quitarle mi atención a ese pensamiento airado e inoportuno, termino de secar mi cabello con la toalla y me animo a tomar una de esos pijamas para al fin irme a dormir. Me dirijo despacio hacia la cama, y en el fondo siento que los segundos se vuelven un vacío al ver una habitación que me acogió por mucho tiempo y que fue testigo de tanto amor hacia alguien.―Creo que esto de venir no fue tan buen plan, Alice Thompson! ―me recrimino en la mente.―Mejor ve por un vaso de agua Alice, así se te pasa un poco el cansancio y la cruda. ―Me digo en voz alta.Entonces lo hago, agarro unas pantuflas de por allí y decido ir por un vaso de agua, eso q
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