¿Del Amor al Odio o del Odio al Amor?
¿Del Amor al Odio o del Odio al Amor?
Por: Anamerce
Por Culpa de Mis Padres.

PDV. Amelia.

¿Me creerían si les digo que mi peor pesadilla, empezó antes de que yo naciera? Por allá por el año 1979, mis padres estaban viviendo aun en España, estaban recién graduados y habían decidido irse de viaje por un mes a un país lejano y que no conocieran, así que según la historia que cuentan, mi padre le dijo a mi mamá.

– Gira el globo terráqueo y coloca el dedo donde caiga ahí iremos.

 Mi madre muy emocionada lo giró varias veces y su dedo lo puso en el mar caribe en sur América, lo más cerca que quedaba de su dedo era una isla muy pequeña llamada Curazao, y ahí se fueron a pasar unas supuestas vacaciones.

 Mi padre es ingeniero automotriz y mi madre tiene una maestría en negocios, ambos se conocieron en la universidad apenas mis abuelos fueron a trabajar desde Escocia a España. Fue amor a primera vista ella pensó que era el amor de su vida y él que no quería otra mujer más sino ella. Decidieron casarse al estar graduados e iniciar un negocio de talleres de vehículos de alta gama. Mi madre lo gerenciaría y mi padre se encargaría de la parte operacional.

Son un equipo perfecto en muchos sentidos y los amo inmensamente, pero como nada es perfecto, muchos años después me enteraría de su traición hacia mí, su primera hija.

Volviendo a los años 70´s llegaron a esa pequeña isla llena de playas con diversos azules que los enamoraron, y un buen día, el universo, el destino o quien sea que los ayudó a mi pesar, en un hotel se toparon con el dueño del banco más grande de la isla y su hijo que era contemporáneo con ellos hablando con otros inversores y como mis padres tenían sed de abrir su negocio, tener su propio patrimonio, aunque ambas familias poseían muchos bienes, ellos quería formar el suyo propio para sus hijos. Asi que se dedicaron a escuchar la conversación.

En la isla para ese entonces se estaba empezando a abrir más a los turistas y querían atraer personas adineradas a vivir sobre todo en Willemstad la capital que está ubicada en la parte neerlandés. Para ello debían de formar varias empresas entre ellas traer las franquicias de concesionarios de autos de alta gama como Porsche, Ferrari, BMW, entre otras, y fue ahí donde mis padres dijeron "ese es el negocio, nuestra oportunidad".

Y así se le presentaron a Paul Belmonte como inversores y futuros dueños de esos concesionarios. Solo volvieron a España a pedirle financiamiento a mis abuelos y lo demás se los prestó el banco neerlandés, no pasó mucho tiempo para que se hicieran amigos del hijo de Paul Belmonte próximo heredero de los bancos y su prometida María Elena.

– Me sabia esa parte de la historia mi niña, pero cual es el punto, que sigo sin entender – respondió mi nana a quien me fui a buscar para desahogarme, su amiga con quien estaba tomándose unos tragos asintió. Parecía que las estaba aburriendo.

– Ya sé que te estoy aburriendo nana, pero necesitas saber el inicio de todo – le respondí tomando otro shoot de un ron blanco para acompañarlas.

– No me aburres, solo que lo que me estas contando pasó años antes de que nacieras, como es que te está afectando ahorita en el 2022 e hizo que te salieras de tu fiesta de bienvenida niña. – voltee mis ojos, no por ella sino porque me recordó que por muy molesta que esté debo volver a la fulana fiesta a poner mi mejor cara.

– En fin, luego del tiempo mis padres y los Belmonte se hicieron los mejores amigos, hasta compadres de bodas y estando medio ebrios, esa es la justificación que yo quiero darles para que hayan cometido semejante locura, acordaron que sus primeros hijos se casarían o serian socios en caso de ser del mismo sexo. – ahí la cara de mi nana se torció extrañada,

– ¿Cómo es eso? ¿Como en las novelas que hacen un contrato para casar a los hijos sino los desheredan? Después se casan por tres años odiándose – esa fue la amiga de mi nana, al parecer era una asidua lectora de novelas.

– Por suerte no estaban tan locos o ebrios para hacer un contrato formal, pero si escribieron su deseo en una servilleta del bar donde estaban los cuatro, ambas esposas redactaron y todos firmaron. ¿puedes creer semejante barbaridad? – casi grité lo último apretando mis puños.

– Ya va que ahora te fuiste muy rápido ¿eso quiere decir que te vas a casar con el joven Paul? – preguntó mi nana tratando de entender mi alocada historia causante de que sintiera casi odio hacia mis padres.

– Eso no quiere decir eso nana, como crees que me voy a casar con ese patán, además Juliana dice que se ha acostado con media universidad y de paso tiene novia – puse cara de asco.

– Eso último no lo dudo, el joven Paul es muy guapo, hasta yo si tuviera cuarenta años menos me acostaría con él.

– Nanaaaa. ¿De qué lado estas? – la mire mal.

– Ay niña del tuyo siempre, pero lo que está ante la vista no se necesita anteojos. – suspiré profundo, ciertamente siempre ha sido guapo, pero no iba a irme por ahí, no otra vez.

– ¿Por qué dices que es un patán? A mi no me lo parece, además ustedes eran tan unidos de pequeños – me cuestionó.

– Porque delante de los padres aparenta, tú lo has dicho de pequeños, cuando era agradable, pero bastó que se fuera al bachillerato para que se volviera un patán insensible.

– ¿Qué te hizo mi niña, o que te dejo de hacer? – me miró levantando una ceja, ¿acaso me veía como una desesperada a la que no quiso tocar? No de ninguna manera.

Me quedé pensando en ello, pero no quise entrar en detalle, así que solo le respondí.

– En bachillerato solo me buscaba para que lo ayudara con sus estudios y luego me humilló con sus amigos.

– Umm, ya veo – respondió mi nana.

– Ay niña, si me permites opinar, yo digo que del odio al amor solo hay un paso – comentó la compañera de mi nana – y si es tan guapo como dice aquí mi comadre yo como que me caso y después lo perdono.

– De ninguna manera – me levanté de la silla y sentí el mareo de los varios shoots que me tomé.

– Creo que mejor llamo a Ascanio que venga por ti mi niña, no deberías manejar así.

– Si nana, también creo que es mejor, gracias.

Mas tarde estaba entrando a mi casa, pero por la parte de atrás, subí a mi habitación para refrescarme y cambiarme de ropa, total seguía siendo mi fiesta así que debía estar regia, me cambié a un vestido amarillo corto con unos botines de tacón de aguja que me llegaban por los tobillos, me maquillé simple y bajé. Para sorpresa de todos, incluyendo a mis padres a los cuales no les había contestado el teléfono desde que salí de su despacho.

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