Un año después.
– Amelia – la interrumpió Hafid de su lectura en la biblioteca – puedo sentarme un rato, quiero preguntarte algo.
– Seguro, toma asiento – le señaló la silla frente a ella.
Nervioso se sentó y le sonrió.
– Sabes que tenemos un poco más de un año conociéndonos – Amelia asintió.
– Y bueno tú me pareces una chica hermosa e inteligente, y me gustaría que me dieras la oportunidad de cortejarte.
¿Cortejarte? Se repitió en la mente Amelia y se rio por dentro le parecía lindo, pero aun así podía ver la diferencia de tratos entre los occidentales y los árabes.
–Y comprometernos en un futuro. ¿Qué dices?
–Bueno Hafid, tu me pareces muy guapo y me gusta estar contigo, puedo dejar que me cortejes, sin embargo, eso de comprometernos es un futuro lejano para mí, no he cumplido aun ni diecisiete años y no esta en mi mente un compromiso ahora.
–Dieciséis, estas en la edad perf… – Amelia le levantó la mano para que no siguiera.
–Ya se lo que me vas a decir, aquí es común, pero