(Renata Pellegrini)
- ¿Hay algún problema, señorita? - pregunta de repente el Sr. Lucas Parmanel al subir al ascensor. Desde que me convertí en secretaria y asistente personal de Filippo, nunca necesité hablar directamente con el vicepresidente, el intercambio de información siempre se producía entre Sofía y yo.
- N-no, señor -respondo, extrañamente sorprendida por su pregunta.
- Estabas perdido porque Filippo no apareció hoy. ¿He acertado?
- Pues sí.
- Escucha mi consejo, acostúmbrate, ha pasado que no ha aparecido en más de una semana.
- ¿Por qué? - pregunto perpleja.
- No es asunto nuestro, Filippo no es el tipo de hombre al que le guste dar explicaciones.
- Entendido - hablo, cojo el móvil y compruebo una vez más que no hay mensajes.
Estoy disgustada, no ha aparecido y ni siquiera ha enviado un mensaje. Salgo del ascensor marcando el número del conductor, pero la notificación de nuevo mensaje me hace detenerme y abrir la app de mensajería:
Filippo, mio amato: Nos vemos en el cine,