(Renata Pellegrini)
> Un mes después:
- ¿Todavía te duele? - pregunta Filippo al otro lado de la pantalla. Todas las noches hago una videollamada.
- Sólo cuando hago movimientos bruscos, o cargo peso.
- Te estás recuperando rápido, eso es bueno.
- Sí - hablo y me tumbo cómodamente en la cama. Siento que me pesan los ojos, bostezo y me acurruco entre las sábanas. - ¿Cuándo vuelves de verdad?
- Pasado mañana, el lunes -responde, recordándomelo-.
- Te echo de menos, voy a contar los minutos.
- Yo también te echo de menos -dice, haciéndome sonreír. Me encanta cuando se pone cariñoso conmigo. - Tu boca, dulce y salvaje. - completa la frase.
- ¡Niño travieso! - hablo, sintiéndome aún un poco avergonzada.
Filippo viajó el fin de semana después de que me dispararan, y lleva tres semanas en México. Él, además de ir a conocer nuevos clientes, también fue a la fiesta de boda de Penélope. Eso me hizo desconfiar, pero, lo dejé pasar, no puedo desconfiar del hombre por el que arriesgué mi