Epílogo

—Cristo y Magdalena se amaron en tiempos en los que no se querían ni a sí mismos. Ese fue el problema —declara la mujer de nevada cabellera.

Cuando algún brillo conecta con sus canas, despierta en ellas una tonalidad morada que medio rinde tributo a su desbaratada vida en un barrio desconocido del Uruguay. También influye el pantalón deslavado que alguna vez fue negro y su blusa blanca de los Ramones.

—¿Cómo fue que sucedió todo esto? —pregunta el presentador. Luce consternado—. Y no me refiero al romance. Me queda claro que hablas de dos personas solitarias que intentaron curarse a sí mismos jugándole a los enamorados. Hablo de Neize. Por Dios… hoy nos volvemos locos porque el presidente no se ha leído un libro en su vida y con dificultad domina el castellano, pero hace un par de décadas tuvimos a un payaso como gobernado

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo