Capítulo extra VII.
Alan.
Si tan solo me hubiera levantado temprano como originalmente tenía pensado, quizá podría haber detectado al intruso a tiempo.
Ni siquiera tenía el consuelo de la muerte del tipo ya que tuve que acabar con él rápidamente para llegar hasta Vanesa.
En cuanto escuché su advertencia mandé a los cachorros lejos y traté de localizar el árbol en cuestión. Lo encontré segundos tarde.
Ella se había paralizado o quizá se encontraba en shock después de que le dispararon. Yo solo sabía que no la dejaría morir así que corrí todo el camino hasta la casa que había escogido la loba doctora.
Solo esperaba que no me arrancara la cabeza antes de que pudiera pedirle ayuda.
Luna Felicia me había dicho en alguna ocasión que una loba embarazada se encontrará irritable la mayor parte del tiempo.
-Se quitará en un par de meses. Así que si te encuentras a alguna otra, nunca debes contradecirla o llevarle la contraria si no quieres tener sus colmillos en tu garganta. – Dijo ella en tono divertido cua