El sonido del celular la trajo de vuelta a la conciencia y desorientada, Rosemary se levantó buscando de dónde provenía.
Afuera está oscuro ya que el sol se había puesto hacía mucho rato y su apartamento estaba también en penumbras.
Dando tumbos a ciegas se levantó de la cama y fue encendiendo uno a uno las luces hasta llegar a la sala donde encontró el autor del detestable sonido.
Cuándo lo tomo en sus manos la llamada ya se había caído y a ella le tomó unos minutos darse cuenta de quién se trataba.
De inmediato marcó el número de su hermana Lucía quién contestó al primer timbrazo.
— hola caracola, te he llamado un montón de veces. ¿Estabas trabajando?
su hermana menor era como una fuente de energía , siempre de buen humor y con esa chispa única que le caracterizaba, a pesar de las desgracias que le había tocado en la vida.
—No, pequeña. Esta noche no me toca trabajar, en realidad estaba dormida. ¿ Dónde estás?
A través de la línea el ruido parecía ser música por lo qué Rosemary se