MORRIS
No tiene sentido que ella esté enojada, ¿Qué le pasa? ¿Tantos celos sintió de verme con Renata?
Vera es una caja de sorpresa y es que ahora hasta me parece divertido lo enojada que está.
La veo que está por marcharse y la tomo del brazo pero calculo muy mal porque me tropiezo cayendo en la cama con ella sobre mí, su cara de sorpresa y enojo no deja de causarme gracia.
La miro y de un momento a otro su mirada cambia, ella se ve dócil, se ve…
—¿Por qué ahora eres tú la que está enojada? — sonrío levantando las cejas y ella me mira desorientada.
—Yo… Morris — sus perfume impregna mis fosas nasales y su rostro se ve…
Una hermosa mujer enoja, cálida, con una mirada llena de sentimiento, mi cuerpo se eriza y solo quiero quedarme así.
Quiero envolverla en mis brazos, mi corazón late tan rápido que siento se va a salir de mi pecho, mi respiración comienza a fallar y siento que el aire no sobra.
¡No! ¿Yo la odio no? Si, debo odiarla.
Ya no seas idiota, si la odias que más da si est