Capítulo 15
De no ser porque quería deshacerse de Paolo con rapidez, jamás habría dejado que Aurelio la acompañara hasta su casa. Aunque quizás esa no había sido una decisión inteligente.

—Deberías irte —dijo tan pronto Aurelio dejó su maleta en uno de los sofás—. Puedo hacerme cargo desde aquí.

—¿Por qué él te trajo a casa?

Intentó no perder la paciencia ante el tono de reproche en su voz.

—Si es que acaso no te has dado cuenta, mi pie esta lesionado. Y aunque ya no se siente tan mal como antes, preferí no arriesgarme a conducir.

La incomodidad por estar tanto tiempo de pie era cada vez peor, pero no pensaba sentarse hasta que Aurelio estuviera fuera de su casa.

—¿Eso es todo? ¿O me vas a seguir interrogando?

—Debiste llamarme, habría ido a recogerte. No tenías por qué aceptar la ayuda de ese tipo.

Estaba agotada de decirle que ya no eran nada, así que optó por hablar del motivo de su inesperada visita.

—Aurelio, ¿qué haces aquí?

—Dana, necesitamos hablar.

—En primer lugar, deja
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo