Capítulo 45. Mamá.
-¿Rose?
Una voz atractiva se encontraba susurrando mi nombre en mi oído; fruncí el ceño porque nadie me sacaría de mi pequeña siesta.
-¿Rose? Me pediste que te despertara y… ¿Podrías dejar de hacer eso?
Ignoré a la atractiva pero molesta voz. ¿Qué tiene de malo amasar mi cómodo colchón?
-No. Vete. – Dije medio adormilada.
-Rose… tu trabajo…
Abrí un ojo solo para encontrarme con una barbilla afilada en la semi oscuridad. Asustada di un brinco que me hizo enredarme en la manta y caer al suelo.
-¡Rose! ¿Estás bien?
-No… mi trasero. – Dije lamentándome desde el suelo. - ¿Qué mierdas estás haciendo aquí en mi…?
Me detuve abruptamente. Algunos recuerdos acudieron a mi mente y me hicieron elevar las cejas.
Bueno, si la información en mi cerebro era correcta, Bastian ayer me había confesado una pequeña bomba. ¿Qué haré con eso?
Decidí en las milésimas de segundo que le tomó al guapo bastardo salir de la cama que me tomaría mi dulce tiempo para procesarlo y después… si, después.
-Pe