—¿Por qué dormirás hasta más tarde?— James preguntó con cara de curiosidad. Damián, que estaba mirando los ojos claros del niño, dijo con expresión avergonzada.
—Hay muchas razones. A veces duermo más tarde porque salgo tarde del trabajo y, a veces, duermo hasta tarde antes de una presentación o una reunión importante. También…
Mientras Damián continuaba hablando, sus ojos se encontraron con Avery.
La boca de Damián se detuvo por un momento mientras hacía contacto visual con ella. En ese momento, Avery se dio cuenta de que se le había ocurrido algo y que no podía soportar contarle ese pensamiento al niño. Avery, cuyas mejillas se estaban poniendo escarlata, abrió la boca para cambiar de tema.
—James. James cuida del el tenedor. Necesitamos festejar rápidamente.
—¡Si! ¡Lo haré!— James se subió a la silla junto a la mesa y aceptó el tenedor que le entregó Avery. Mientras el niño colocaba cuidadosamente el tenedor junto a los platos, Avery habló con Damián.
—Date prisa y vístete.
* * *