Marian pareció sorprendida por las palabras de Damián, pero luego se calmó y volvió a hablar.
—Eso… … Susan me lo dijo—Damián la miró a la cara con ojos profundos. Marian habló en voz un poco más alta.
—En serio. Puedes preguntarle a tu hermana.
Un profundo suspiro salió de entre los labios de Damián.
Parece que Susan, incapaz de soportarlo más, le confesó todo a Marian.
— Regresa. No importa cuántas vengas, nada cambiara — Damián, que fruncía el ceño ante su comportamiento tan inocente, volvió a mirar a Marian. Habló con una expresión severa —Las conversaciones matrimoniales con tu familia han terminado. No vuelvas nunca más por algo como esto.
Damián, que hablaba con frialdad, se dio la vuelta. Y fue entonces cuando caminaba hacia su casa. Una voz ligeramente exaltada vino detrás de él.
— ¿Durante cuánto tiempo cree que su empresa seguirá prosperando?— Damián se volvió de nuevo ante el sonido de su voz temblorosa pero fuerte.
Frente a él, vio a Marian parada con el labio i