Pov Samantha.
¿Acaso no piensan irse nunca? ¿No tienen que fregar trastes o simplemente bañar al perro? Llevo una hora intentando entrar a ver a Fernando sin ninguna suerte, porque ni Andrea, el gemelo, ni las sumisas se han levantado de ahí. Demetrio y Eva salieron hace poco, por lo que escuché a cambiarse para volver, pero ni estás mujeres, ni Andrea Laureti me ha dado tregua para entrar.
¿Y si me presento? ¿Qué podía salir mal?
No, me rehuso a ser parte del clan de las chicas superpoderosas; no solo porque yo sé que soy más que un simple contrato, sino porque no quiero seguir menospreciandome sabiendo lo que valgo.
Camino a la recepción tratando de pensar un plan para poder entrar cuando la suerte parece voltearse a mi favor.
—¿Eres la nueva enfermera, verdad? —pregunta una chica vestida de blanco, por lo que presumo que es enfermera—. Menos mal que llegaste, mi cambio de guardia era hace una hora, y por poco pensé que no vendrías —me toma del brazo y me conduce a un cuarto que es