ALFA RASTUS;
Desde donde estaba, podía sentir un millón de pensamientos pasando por la mente de Agnes y ver innumerables emociones brillando en sus ojos azules que se habían vuelto más oscuros de lo habitual.
Por supuesto, no pude entenderlo todo porque no estaba con ellos cuando muchos de estos problemas ocurrieron en la manada oculta.
Pero pude entender el dolor de Agnes.
—¿To...do este tiem...po? —tartamudeó Agnes, con lágrimas en los ojos—. ¿Todo este tiempo ella sabía que yo era de su linia de linaje?
Susanna solo pudo asentir mientras se revolvía las lágrimas y apartaba la mirada de una Agnes desconfiada.
Agnes claramente tenía más preguntas que hacer, pero no pronunció palabra hasta que vi un destello de comprensión en sus ojos.
Fue como si lo hubiera resuelto sin cuestionar a los lobos blancos.
—La última Vidente fue la reina de la manada Sombra Blanca, Elora —ese nombre salió de la lengua de Agnes con dolor y un ligero tirón—. Ella era la hija de Elena. Elena es la