AGNES; Susanna y yo no llegamos al dormitorio después de que salimos de la fiesta anoche. Aunque los cachorros no llegaron a casa en absoluto. Supuse que se fueron con su abuela y pasaron la noche con ella en el edificio de los lobos blancos. Me desperté esa mañana y no me sorprendió ver a Susana durmiendo profundamente en el segundo sofá de la sala. Yo había pasado la noche en el sofá más grande. Por supuesto, ninguno de las dos durmió lo suficiente, ya que estuvimos despiertas casi toda la noche, discutiendo la situación de Susanna. Podía sentir su dilema en mis huesos, como si estuviera en su lugar. A pesar de lo corta que fue nuestra noche, en el momento en que me desperté y me di cuenta de que era de mañana, me acerqué a Susanna y le di un ligero golpecito en el brazo. —Despierta, Suzy —la llamé suavemente. Ella se quejó, tratando de sacudirme la mano. —No quiero. —El entrenamiento empieza pronto, Suzy. Tenemos que entrenar —dije, aunque lo único que quería era caerme en
ALFA RASTUS; No he visitado el edificio de apartamentos que ocupan los lobos blancos desde que llegaron hace cuatro días. Pensé que hoy sería un buen día para visitarlos porque Agnes también iba. "Estás obsesionado", se burló Lex. —Estamos obsesionados —lo corregí con una sonrisa en mi cara: En una nota más seria, necesitaba estar con los lobos blancos para la creación del nuevo lago purificador y también saber por qué ninguno de ellos se presentó al entrenamiento físico como acordamos inicialmente antes de dejar la manada oculta. La sonrisa en mi cara cayó cuando entramos a la sala de estar general en lo que me gustaría llamar la casa de la manada de los lobos blancos y encontramos a casi todos ellos reunidos para formar un círculo alrededor de alguien. Agnes no podía ver desde donde estábamos. —¿Qué está pasando? —preguntó Agnes con preocupación mientras luchaba por abrirse paso entre la gente. Nadie parecía notar a Agnes, escuchar su pregunta o reconocer sus luchas mientras
ANGES;Mia estaba en su sueño profundo.Antes de dejar el edificio de los lobos blancos, vi a Lori vestir a Mia con el mismo vestido verde suelto que vi en mi visión y la llevaron a su habitación, que estaba decorada tal como lo vi en mi visión.Nada cambió.El futuro que vi ya estaba sucediendo y nada, ni siquiera un solo detalle, cambió.Eso me aterrorizó e incluso cuando salí del edificio después de dejar a mis cachoros con abuela, quien dijo que se quedaría allí por unos días, sentí que mi corazón se aceleraba mientras ocho palabras seguían pasando por mi mente.«El futuro está aquí y no cambiará...»Esas palabras me recordaron mi objetivo. La necesidad de cambiar el futuro y ahora que Mia había caído, no sabía qué tan pronto estallaría la guerra que había visto en mis visiones. Podría ser mañana o la semana que viene; Rastus podría morir pronto.¡Oh diosa, no!"¿Qué estamos haciendo, Agnes? Tenemos que tener un plan sólido. No podemos seguir la corriente". Inara también estaba en
-Oh, Luna Agnes. Has vuelto.Oí esa voz en cuanto abrí la puerta del apartamento.Mis ojos se encontraron con Maya, la hija de Lisa, parada al lado del sofá en el que aún estaba acostada Susanna, a pesar de que habían pasado horas desde que me fui a entrenar sin ella.—Mi mamá me pidió que le llevara comida a la señorita Susanna, pero la señorita Susanna aquí se ha negado a comer -explico Maya pudiera leer mi mente.Diosa, Susana.¿Hasta cuándo va a pasar hambre?—¿En serio te estás haciendo esto, Susanna? —pregunté con dulzura mientras me dirigía hacia el sofá, aunque toda mi mente estaba en la caja que estaba debajo de mi cama... la caja que había olvidado hacía tiempo. Me senté junto a Susanna. —Si no lo supiera, pensaría que alguien murió o que te rechazaron...—¿Estás diciendo que estoy exagerando? —murmuró Susanna, todavía ocultando su rostro mientras se acurrucaba en el sofá.Suspiré y decidí elegir mis palabras con cuidado a partir de ahora.—No, Suzy, pero te estás limitando.
ALFA RASTUS;Después de horas de torturar a Jake, él reveló la ubicación del almacén de Nolan donde ha estado acumulando armas modernas que nos ayudarían durante la guerra si pudiera conseguirlas.Inmediatamente envié hombres a los distintos lugares, esperando que Larisa no hubiera vaciado los almacenes antes de que llegaran mis hombres.—Volveré mañana por más y espero que no nos lo hagas difícil a ninguno de los dos —dije a Jake, quien solo pudo gemir en respuesta antes de abandonar el terreno de retención de la manada.Me sentí satifecho después de irme, así que fui directo a mi mansión donde me refresqué, ignorando a Otis y Andrew que todavía estaban en mi casa, lamentablemente. Sin embargo, no estaban borrachos.De hecho, estaban preparando la cena. Me invitaron a unirme a ellos, pero rechacé la invitación porque quería cenar con Agnes, a quien no había visto desde que nos despedimos hace unas horas.La extrañé. Mucho.—Mañana es un nuevo día y espero que ambos se recuperen y se
AGNES;Cuando me desperté unas horas después, una parte de mí se sentía en paz, pero una parte más grande de mí me golpeó por quedarme dormida justo después de recoger el misterioso diario que encontré dentro de la caja.Me encontré en la cama con Rastus, que estaba profundamente dormido hasta que intenté soltarme de su agarre.—Todavía faltan algunas horas para que amanezca, Agnes —su voz ronca resonó por la habitación mientras su mano se apretaba sobre mi estómago, sujetándome a la cama.—Necesito abrir el diario. No lo hice antes de quedarme dormida —susurré, creyendo que era razón suficiente para que me dejara ir.—Eso puede esperar hasta la mañana. Lo que necesitas es dormir —intervino él.—Rastus.—Sé que no te habrías quedado dormida si no te asustara lo que encontrarías allí. Te quedaste dormida. Aprovecha la oportunidad para recargar energías antes de volver al pasado —dijo, acurrucándose contra mí.Rastus tenía razón. Me quedé dormida preocupaba por el contenido, pero, neces
Para las personas que no saben cómo los lobos blancos operaban y manejaban la manada oculta, podría parecer una perra exagerada que se siente con derecho. Pero no lo estaba. Yo sabía que Mia y los otros ancianos apreciaban mucho su historia. Solían dar clases a los cachorros solo para enseñarles la historia de la Manada Sombra Blanca. Mia solía reunir a todos en un campo solo para contarles historias, mientras los escribas escribían estos cuentos en diarios y los guardaban a salvo en la biblioteca, donde Kyle había pasado la mayor parte de su tiempo durante nuestra estadía en la manada oculta. Sabiendo esto, estaba segura de que incluso los niños de la manada habrían visto la fotografía que Kyle afirmaba que era similar a la que yo sostenía y, aunque los niños no podían conectar los puntos, los adultos lo habrían sabido. Sin embargo, todos decidieron guardárselo para sí a pesar de que les pregunté si podían ayudarme a saber de mis padres. Pregunté especialmente a los ancianos
ALFA RASTUS; Desde donde estaba, podía sentir un millón de pensamientos pasando por la mente de Agnes y ver innumerables emociones brillando en sus ojos azules que se habían vuelto más oscuros de lo habitual. Por supuesto, no pude entenderlo todo porque no estaba con ellos cuando muchos de estos problemas ocurrieron en la manada oculta. Pero pude entender el dolor de Agnes. —¿To...do este tiem...po? —tartamudeó Agnes, con lágrimas en los ojos—. ¿Todo este tiempo ella sabía que yo era de su linia de linaje? Susanna solo pudo asentir mientras se revolvía las lágrimas y apartaba la mirada de una Agnes desconfiada. Agnes claramente tenía más preguntas que hacer, pero no pronunció palabra hasta que vi un destello de comprensión en sus ojos. Fue como si lo hubiera resuelto sin cuestionar a los lobos blancos. —La última Vidente fue la reina de la manada Sombra Blanca, Elora —ese nombre salió de la lengua de Agnes con dolor y un ligero tirón—. Ella era la hija de Elena. Elena es la