Por su parte James regreso a su oficina, aunque su mente estaba distraída pensando en todo lo que habia descubierto ese día y no lograba concentrarse en su trabajo.
- Si sigues así solo se te juntara el trabajo y al rato estarás llorando – escuchó que una voz cerca de él, la cual se notaba cansada y ligeramente molesta.
- Tch… es que no puedo concentrarme – confesó el castaño, alzando la mirada para ver a su mejor amigo y asistente a su lado.
- A ver ¿dime que te pasa? – interrogó aburrido el pelinegro.
- Es por lo de las cafeterías.
- Ah cierto, bueno creo que si debes preocuparte – indicó frunciendo ligeramente el ceño.
- ¿Por qué?
- Míralo tú mismo – dijo pasándole las carpetas de la información que encontró – si recuerdas, me pediste que lo investigue y aquí tienes todo.
- ¿Todo? vaya que rápido eres Ángel… te felicit… o… ¿qué significa esto? – interrogó furioso al ver que habia muchos espacios en blanco en esos reportes y de hecho estaban incompletos.
- Pues es todo lo que existe