Capítulo 92.
-Respira, Lizzie. Respira conmigo... eso es. Dale un minuto a tu cuerpo para acostumbrarse a la invasión.
Su voz sobre mi piel me causaba algunos escalofríos que efectivamente alejaban mi mente del dolor.
Sus dedos comenzaron a tejer magia sobre mi cuerpo, así que después de algunos minutos yo estaba gimiendo de nuevo y estaba vez de placer.
Me dió un casto beso en los labios antes de susurrar un "buena chica".
Se deslizó suavemente casi fuera de mi cuerpo antes de volver a entrar con la misma lentitud. Esta vez no se sintió doloroso, solo incómodo, pero unido al resto de sensaciones en mi cuerpo no me importó y me relajé mirando sus ojos llenos de preocupación.
Repetimos el proceso por algunos minutos hasta que incluso la incomodidad desapareció y volvió a crecer en mí el placer caliente que me tuvo gimiendo su nombre.
Sin embargo, él no modificó su ritmo, por lo que comencé a volverme loca.
-Más.
Su mirada se suavisó y me sonrió de medio lado.
-¿Más qué?
-Más. -