Con el apoyo de Henrik, Kirsten decidió hablar con su familia. Justamente hoy, durante la cena. Ella estaba muy nerviosa, y debo admitir que yo también lo estaba. Solo esperaba que la velada transcurriera en paz y armonía.
Me preparé y bajé a cenar. Todos estábamos sentados en la mesa, y levanté la mirada hacia Kirsten, que estaba justo frente a mí. Parecía lista para hablar.
—Abuela, mamá, quiero decirles algo muy importante —comenzó, con una seriedad palpable.
—¿Qué sucede ahora, Kirsten Eleanor Von Karlfeldt D'Ascoli? —respondió su madre, rodando los ojos.
—Sabes que odio que digas mi nombre completo, mamá.
—Dirás qué te sucede o no.
—Sí —tomó una larga inspiración y levantó la cabeza—. Soy lesbiana.
La señora Dorothea dejó caer los cubiertos y Anna se atragantó con su bebida. Ambas la miraron con sorpresa y desaprobación.
—Si esto es una de tus bromas, te advierto que no tiene gracia.
—No es una broma, mamá —Kirsten la miró con seriedad.
—Solo eso debe ser, porque realmente es ina