45. ¿Sigo siendo una prisionera?
Emma entró en la habitación de Sophie con una sonrisa burlona en su rostro.
— Acabo de ver a la mujer esa, Laura irse de la mansión, bastante disgustada —comentó, casi riéndose — Dudo que realmente sea la amante de Michael.
Sophie cerró el diario de su madre con un suspiro y lo guardó en el cajón de su mesita de noche. Luego, se sentó para prestar atención a Emma.
—¿Estás segura de eso? —preguntó, aunque en el fondo sabía todo lo que había visto y escuchado de ellos y no tenía dudas.
—Vi cómo Michael la trataba, y no parecía nada amable —añadió Emma, observando la reacción de Sophie.
—No me importa. Michael podría tener mil amantes y me daría igual —respondió Sophie, intentando ocultar su verdadero sentir.
Emma la miraba con sospecha, sabía que no era cierto, conocía a su amiga y podía ver qué en realidad ese hombre le importaba.
— ¿Por qué no dejas de luchar por lo que sientes e intentas ser feliz con Michael? Van a tener dos bebés y al fin y al cabo es tu esposo.
— Emma, tú eres l