Cap. 58 La noche de la fiesta
Sofía pataleaba desesperada siendo vista por Dasha que solo sonreía esperando lo peor.
Constantine se asomó por la ventana que daba hacia la piscina y vio a la niña pataleando en el agua y enseguida se movió a auxiliarla. Corrió quitándose la ropa y se lanzó al agua y nadó con desesperación hacia la niña que se hundía. Dasha se mordió los labios e hizo su escena:
—¡Dios mío!
Comenzó a gritar y la niñera se despertó aturdida, Admes llegó a ellos y vio el rescate, su amo sacaba a la pequeña inconsciente:
—Admes, llama al doctor.
Comenzó a darle los primeros auxilios y la pequeña reaccionó al poco tiempo botando el agua, el corazón de Constantine latía ferozmente y la niñera reaccionó y asustada exclamó:
—¡Dios mío!
Dasha se le fue encima y la golpeó:
—¡Estúpida, la niña pudo morir por tu descuido!
La niña comenzó a llorar y Constantine la tomó en brazos, el agua goteaba por su melena húmeda y consoló a la pequeña:
—Calma pequeña, ya pasó.
La arrulló como un padre lo hacía con