Capítulo cuarenta y siete. ¿Elegir?
¿Elegir?
«Lo siento mucho, pero tendrá que elegir a ¿quién de las dos debemos salvar, su hija o su novia…?»
«¿Su hija o su novia…?»
Archer sintió que las piernas le fallaban, ¿elegir entre la vida de Victoria y su hija? ¿Cómo podría elegir entre ellas? ¿Cómo seguiría viviendo si las perdía? Archer se negó a dar una respuesta, él jamás podría tomar una decisión tan grande y tan pesada como esa.
Los recuerdos, lo pocos momentos que había compartido con Victoria pasaron por su memoria, el amor que ella sentía y le expresaba a su hija aún dentro de su vientre, fue como el golpe de un boomerang y la culpa lo embargó por todos los meses que se había mantenido alejado de ellas.
—Señor Archer…
—No puedo elegir, no puedo robarle la oportunidad a ninguna de las dos —dijo casi ahogándose con sus palabras.
Si Archer tuviera que elegir, daría su vida por mantenerlas a salvo. Él se dejaría drenar toda la sangre que fuera necesaria para salvarlas, pero sabía que no bastaba con desearlo. Victoria se