Capítulo 144: Un terrible padre.
Allan soltó una risita amarga.
—Firme… —bufó—. ¿Tú sabes lo que es estar firme mientras ese maldito guardaespaldas de los Ainsworth te mira como si fueras basura? ¿Sabes lo que es estar frente a ese CEO, ese… ese demonio de ojos verdes? ¡Ese hombre casi me mata con la mirada cuando mencioné a Rosalind!
Él bebió un trago largo. Se le humedecieron los ojos de la irritación del alcohol.
La mujer suspiró al otro lado.
—Ese hombre… Alphonse Ainsworth… tiene recursos —murmuró Allan, continuando hablando—. Incluso sin su familia. Te lo dije. El hombre que me contactó habló de fondos desviados… dinero suficiente para liberarse y para pagarte bien.
Allan apretó el vaso con tanta fuerza que el cristal crujió un poco.
Crick~
Lo apoyó sobre la barra otra vez.
Pum~
—Ese niño rico enfermo sí que tuvo cerebro para esconderlo antes de que lo encerraran. Si logro sacarlo… si logro cumplir lo que me pidieron… me pagarán el doble. No tendré que ver nunca más a esos malditos Ainswort