✧✧✧ Más tarde esa noche. En la mansión Ainsworth. ✧✧✧
La lluvia seguía cayendo, al otro lado de los ventanales. Rosalind Ainsworth había terminado de preparar todo.
El cuarto estaba bañado en una luz tenue, dorada. Sobre la mesa baja, cerca de la cama, Patrick había dejado cuidadosamente las velas aromáticas que ella le pidió: notas suaves de lavanda blanca y un toque cálido de vainilla. No era un aroma pesado, ni dulce en exceso.
Ella llevaba puesto un babydoll blanco, delicado, con encaje transparente que caía suave sobre su piel. El color resaltaba la palidez de sus hombros y la curva serena de su cuello. Su cabello estaba suelto, cayendo suavemente hasta su cintura.
La rubia respiró hondo.
¡Estaba nerviosa!
Pero era un nervio dulce, un nervio que nacía del amor.
Tap~ Tap~ Tap~
El sonido de los pasos de Donovan se escuchó desde el pasillo antes de que la puerta se abriera.
Clack~
Donovan entró, aflojándose el nudo de la corbata con una mano. Su gabardina aún