Capitulo 36

La vida de Máximo en este tiempo ha estado lleno de amargura, vive una vida que no desea.

Cualquier lobo que se encuentra lo felicita por decidir que Lilian sea su reina, que es la loba perfecta para cualquier lobo de buena cuna, de da cuenta de lo mucho que Emma cambio su vida, incluyendo estos prejuicios que tenía, Emma siempre fue mucho más loba que Lilian.

Máximo intenta estar poco tiempo en casa, siempre va a la cascada a ver el río, es como si la silueta de Emma estuviera nadando, su imaginación es lo único que puede consolar sus deseos masculinos.

Regresa y visita a su pequeña hija, ella es la única luz de color en un mundo oscuro, a veces se siente alejado de la realidad que ahora vive.

Sus mejillas sonrojadas, su ternura, todo lo de su bebé le hace sentir que su deber de padre debe primar siempre por encima de todos.

Al llegar a la habitación nupcial, Lilian está vestida con una sugerente lencería, Le quita el saco a Máximo y le hace un masaje, empieza a darle bes