―¿Ibas a dejar que te toque?
Andrea frunció las cejas y lo miro como si estuviera loco.
―¿Qué?
―Lo que escuchas, si no llego a tiempo, ese idiota ―señalo hacia atrás ―Hubiera puesto sus manos en ti.
Su aspecto parecía el de un esposo o novio enojado, Andrea quería reír, ni siquiera Francis se ha